Ciudad

El rianxo y el entorno quedan fuera de la reforma de la Plaza de Abastos

Ourense 5/2/21
Obras en la plaza de abastos de Ourense 

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Avance de las obras en la plaza de abastos de Ourense. (Foto: Martiño Pinal)
Los comerciantes del mercado dicen desconocer la futura distribución de sus puestos

La reforma de la plaza de abastos sigue generando dudas, al menos a los que serán los futuros inquilinos de los puestos. Su presidente, Emilio González, dice que el colectivo al que representa no conoce el proyecto de rehabilitación, ni tampoco la distribución de espacios del edificio principal, en obras en estos momentos. Pero  las sospechas van más allá: "Habrá que solucionar el entorno de la plaza, que no va previsto en el proyecto en ejecución, como tampoco la integración del aparcamiento y la circulación en la zona, pero sobre todo la reforma de los puestos del rianxo".

El presidente de los placeros lo tiene claro: "No pretenderá el Concello que una vez que vengamos para el edificio principal se haga una nueva obra para hundir al mercado". De acuerdo con los planes iniciales, la constructora prevé entregar a finales de año la obra actualmente en ejecución y que solo afecta al edificio principal. Desde el mercado se alude al factor "oportunidad" para hacer una intervención conjunta "en un espacio tan emblemático como este, que siempre definimos como la zona cero del termalismo ourensano", apunta González.

Toda la zona cuenta con el máximo grado de protección ya que ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por lo que una eventual reforma del rianxo y su entorno deberá contar con varios informes, lo que alargaría en el tiempo la intervención.

Lo saben bien en la plaza, que llevan décadas esperando por una reforma plagada de dificultades. Y, además, hay un temor añadido. En enero del 2015 se inauguró la reforma de la plaza de abastos de A Ponte y seis años después sigue cerrada. Emilio González cree que "allí no fueron los comerciantes porque no se hicieron bien las cosas y aquí puede ocurrir lo mismo".

Es más, muestra su preocupación por cómo se van a organizar los espacios del edificio principal una vez concluyan las obras "porque no tenemos ni idea de lo que están haciendo dentro y qué criterios se han seguido para distribuir los espacios". Mientras, los industriales lamentan "que tengamos que asistir a diario al espectáculo político de los partidos del concello a cuenta del mercado".

Testimonios

Por su parte, las rianxeiras han notado cómo en los últimos años se redujo el consumo con la llegada de los supermercados. Después, la estocada final fue el asentamiento de la plaza provisional en la Alameda.

Artemia González lleva trabajando en la plaza desde que tenía diez años: "Empecei cos meus avós, logo coa miña nai, e ata hoxe". Aún recuerda los tiempos en que muchas de las rianxeiras llegaban al puesto andando con el cesto a la cabeza, y también los días en los que se vendía mucho más que ahora. "A xente non se dedica a isto porque é moito traballo e non dá para gastos. O rianxo termínase", subraya. "Non haberá relevo xeracional nin no meu caso nin no de ninguén, porque os nosos fillos estudaron e non se van adicar a isto. Do meu pobo (Toén) non queda ninguén, só eu e pouco me queda. Xubílome e acabouse", concluye.

Rosa Martínez, al cargo de otro puesto, también lleva toda una vida acudiendo al rianxo. "Son case a máis vella da zona", reconoce. Al igual que en tantos otros casos, su trayectoria comenzó como un pequeño negocio familiar: "Tiñamos algo de finca e non había outra cousa", recuerda. Ella sí que cuenta con relevo generacional: "O meu fillo leva aquí moitos anos traballando e di que vai seguir". Defiende y admira su valentía, pero advierte "a ver se o da levado, porque isto é moi duro, moito traballo, moitas horas".

Futuro

Eso sí, matiza Martínez, "eu véxolle sempre futuro ao rianxo, ao que non ten futuro é non facer nada, estar na rúa tirado. O traballo sempre é algo. Eu sempre me conformei con pouco e sempre vale máis algo que nada", defiende la placera. "O malo", añade, "é que agora non hai xente que traballe no campo, porque é moi duro e está moi mal pagado. Din que as cousas son caras e non se paga nin a metade que o traballo que levamos, é moi escravo. Xa chova, neve… Nós non collemos a baixa nunca", concluye. 


“Es momento de dejar la política a un lado y apostar por la unidad"

Otro de los problemas de las obras de la plaza de abastos está en la financiación. Después de varios meses de polémica entre los partidos del Concello de Ourense en torno a si se mantiene o no una subvención del Gobierno central para ejecutar la obra, en el mercado han decidido tomar la iniciativa. Emilio González alude a que han decidido dar un paso adelante y durante los últimos días han mantenido encuentros con los partidos de la corporación ourensana. Afirma que "ya está bien de hacer política a cuenta de los comerciantes de la plaza, es el momento de que dejen la política a un lado y apuesten por la unidad".

Milucho_resultado

De las reuniones han salido sensaciones diferentes, con compromisos sobre el papel "pero que no nos hacen alejar las sospechas", como afirma el presidente de los placeros. Una vez que les ha instado al acuerdo, también se ofrece "a acompañarles a Madrid si es necesario para que nos podamos reunir con el Gobierno y ver cómo está la subvención".

Emilio González también alude a que la obra de la plaza y todo su entorno "trasciende al interés de los placeros, creo que es una obra emblemática en un sitio único de la ciudad, y eso importa a muchos ourensanos". Lamenta además que no haya una corporación capaz de encontrar "el mínimo consenso sobre algo tan básico". 

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