La Asociación Cultural Ecolóxica Ridimoas ha intervenido por primera vez para evitar la desaparición de toda una generación de la salamandra gallaica, que habita en las partes altas del monte propiedad de la entidad.
La sequía dejó las pozas naturales con un mínimo de agua, insuficiente para el completo desarrollo de las larvas hasta que se convierten en ejemplares adultos. El presidente de la entidad, Pablo Rodríguez Fernández, aseguró que 'en torno ó 26 de abril as chacas non tiñan máis de dous dedos de auga e as larvas afogaban porque as salamandras ó principio respiran por branquias ata que lle desaparecen e pasan a facelo polos pulmóns'.
En consecuencia, para paliar en parte la mortandad, se procedió a recoger manualmente en torno a 35 larvas que fueron depositadas en un canasto que se utiliza para la vendimia, con agua de manantial y dejándolo a la intemperie. La medida preventiva parece haber dado resultado, según indicó Pablo Rodríguez, porque hace días procedían a devolver a su medio natural las últimas 13 larvas teniendo en cuenta que las charcas naturales ya han recuperado el agua que tienen habitualmente.
'O obxectivo era asegurar a supervivencia de unha xeración, tendo en conta que se trata de unha especie protexida, a aínda que procuramos intervir o menos posible no medio natural, este ano non foi normal e a falta de agua facía peligrar a súa supervivencia'. Al respecto, añadió que 'os anfibios son especies que o pasan moi mal co cambio climático'.
La salamandra gallaica es un animal longevo, ya que en cautividad puede vivir hasta 50 años, si bien, en su medio natural es difícil su supervivencia por los muchos depredadores que tiene, a lo que hay que añadir ahora la escasez de agua, que afectó a este especie por primera vez en el bosque de Ridimoas.
En consecuencia, para paliar en parte la mortandad, se procedió a recoger manualmente en torno a 35 larvas que fueron depositadas en un canasto que se utiliza para la vendimia, con agua de manantial y dejándolo a la intemperie. La medida preventiva parece haber dado resultado, según indicó Pablo Rodríguez, porque hace días procedían a devolver a su medio natural las últimas 13 larvas teniendo en cuenta que las charcas naturales ya han recuperado el agua que tienen habitualmente.
'O obxectivo era asegurar a supervivencia de unha xeración, tendo en conta que se trata de unha especie protexida, a aínda que procuramos intervir o menos posible no medio natural, este ano non foi normal e a falta de agua facía peligrar a súa supervivencia'. Al respecto, añadió que 'os anfibios son especies que o pasan moi mal co cambio climático'.
La salamandra gallaica es un animal longevo, ya que en cautividad puede vivir hasta 50 años, si bien, en su medio natural es difícil su supervivencia por los muchos depredadores que tiene, a lo que hay que añadir ahora la escasez de agua, que afectó a este especie por primera vez en el bosque de Ridimoas.
