El Avia alcanzó el nivel de alerta en la mañana de ayer y para hoy las precipitaciones podrían generar problemas en los cauces de A Limia

Los ríos, con el caudal en máximos, preocupan ante el paso de nuevas borrascas

Aspecto que ofrece la llanura de Antela, con numerosas parcelas cubiertas por el agua caída durante las sucesivas borrascas que atraviesan la provincia. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La sucesión de borrascas puso los ríos ourensanos al borde de su capacidad máxima, generándose situaciones complicadas en el trayecto del Avia por O Ribeiro; en el Miño, a su paso por la ciudad, y el Limia y Támega. El tiempo dio ayer una tregua en la provincia, tras al paso de la borrasca 'Qumaira', lo que sirvió para aliviar los saturados cauces. Sin embargo, la preocupación se trasladaba para la noche pasada, ya que a partir de la medianoche se esperaba la llegada de un nuevo temporal, de nombre `Ruth'.
En la ciudad, el Miño alcanzó a las 18,00 horas una altura de 5,80 metros (a 20 centímetros del nivel de 'prealerta'), aunque con tendencia a bajar, y Velle llegó a desembalsar 1.497 metros cúbicos de agua por segundo. Las pozas termales públicas continuaban ayer anegadas y pese a que la altura del río creció una veintena de centímetros con relación al jueves, las concesiones termales privadas de Outariz y A Chabasqueira no resultaron afectadas por el agua y 'tienen todos sus servicios disponibles y funcionan perfectamente', señalaba su gerente, Pablo Villuendas.


ALERTA EN EL AVIA

Donde sí se alcanzó el nivel de alerta a primera hora de la mañana fue en el río Avia,aunque luego iría bajando su cauce y se situaría en prealerta. Confederacion Hidrográfica y servicios de emergencia de Ribadavia, San Cristóbal, Leiro, Beade y otras localidades vigilaban la evolución del río ante la llegada de la nueva borrasca y desde Protección se llamaba a la población a extremar las precauciones.

También se extrema la vigilancia en A Limia, que está saturada de agua. Ayer, buena parte del Instituto de Cidade de Antioquía de Xinzo permanecía inundado. El agua entró en varias aulas y el salón de actos, obligando a los profesores y alumnos a improvisar una pequeña pasarela para poder acceder al centro. El agua mantiene anegada buena parte de las parcelas de cultivos, pistas agrícolas e incluso carreteras de la comarca. El río faramontaus discurre desbordado anegando tierras y huertos. La situación se repite en amplias zonas de Rairiz de Veiga y Porqueira.

En la comarca de Monterrei, el agua del río Búbal mantiene cubierta la Alameda de Vilaza. La Confederación Hidrográfica del Duero activó la alerta a ante el alto caudal que presentaba el río Tamega en Rabal (Oímbra). Protección Civil y vecinos permanecieron buena parte de la jornada de ayer controlando el cauce ante el temor de que llegara a alguna de las vivienda de Tamaguelos y Rabal.

Por otra parte, a las 15,45 horas, un tren mercancías arrollaba un árbol caído sobre la vía entres las localidades de Frieira y Filgueira, en la provincia de Pon, quedando inutilizada su locomotora. Su sustitución cortó el tráfico en la zona hasta las 17,20 horas, lo que provocó retrasos en los trenes Alvia Pontevedra-Madrid (92 minutos) y Coruña-Madrid (105 minutos), el Intercity Madrid-Vigo (25 minutos) y el Media Distancia Vigo-Ponferrada (126 minutos).

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