Los ríos sufrieron 129 vertidos sancionables

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil incoó durante el año pasado 126 expedientes sancionadores, a los que hay que añadir los tres de la Confederación del Duero.
En su mayor parte, los vertidos procedían de alivios de bombeos de aguas residuales, al mal funcionamiento de depuradoras y a espumas fruto de productos naturales. Así lo aseguró ayer el secretario de Estado en esta materia, Federico Ramos, al senador socialista Miguel Fidalgo en la comisión de medio ambiente y cambio climático del Senado. A petición del socialista, Ramos explicó que los puntos de vertido más frecuentes son la depuradora de San Cibrao, el Barbaña, un punto en Vistahermosa y la presencia de espuma en el río Avia. En lo que respecta a los ríos de la cuenca del Duero, los vertidos se ceñirían al inadecuado tratamiento de la depuradora del río Támega en Verín, y un punto de vertido en el río Novo y en Oímbra.

Según Ramos, 'los problemas del Barbaña vienen de los alivios de bombeos de aguas residuales de Ourense en la desembocadura del río', si bien se comprometió a enviar por escrito un análisis más pormenorizado de la situación de este río ourensano. Con respecto al Limia y a la contaminación del embalse de As Conchas, el secretario de Estado reiteró que se habían encargado sendos informes para analizar las causas, a lo que Fidalgo le replicó que 'xa está ben de estudios e é o momento de adoptar medidas para evitar que ocurra'.

Por último, el secretario de Estado dejó claro que no hay ninguna inversión prevista para el regadío de A Limia a pesar de que, según explicaba Fidalgo, reconoció que se destinarán 241 millones de euros a planes de este tipo en el Estado.

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