Historias de un sentimental

Aquellos rituales del recordado festival de la canción del Miño

Recepción en el Ayuntamiento Festival del Miño.
photo_camera Recepción en el Ayuntamiento Festival del Miño.

Alguna vez ya me he referido aquí con pena al Festival de la Canción del Miño-Canción del Mundo Celta, cuyo recuerdo me sale al encuentro con nostalgia, como en este caso, cuando aparece revisando mis archivos, fotos y secuencias de aquel lejano acontecimiento musical que desapareció de la escena de las fiestas de Ourense pronto hará 48 años. Casi nada. Las fotos encontradas ahora recuerdan uno de los rituales de aquellas ediciones más brillantes y recordadas entre 1965 y 1974, la recepción en el Ayuntamiento.

El Festival de la Canción del Miño, luego Festival Hispano-Portugués de la Canción del Miño y por fin Festival de la Canción del Miño-Canción del Mundo Celta (con participación, además de españoles y portugueses, de autores e intérpretes de Irlanda, Gales y Bretaña francesa), que de los tres modos se denominó, tiene una historia que rivalizan con otros de su tiempo, como los de Benidorm, el Mediterráneo (éste en Barcelona) y Mallorca. Pero también en Aranda del Duero y Costa Verde (en Gijón) La historia de este festival se ha contado mil veces. Nace en la Agencia de Publicidad Central, donde dos ilustres periodistas locales Gonzalo Belay Pumares y Luis López Salgado (“Pitis”) hacen suya la idea de un ciudadano portugués. La primera edición (1965) acaba con déficit, pero la Comisión de Fiestas echa una mano y salva la situación (en total unas 200.000 pesetas de la época).

El alcalde de entonces David Ferrer consideró que era una buena idea y lo incorporó a las fiestas de la ciudad. Pero conviene recordar que el verdadero autor de la idea fue un señor portugués del que siempre se habla y que nunca pudimos identificar.

Como el festival era galaico-portugués, la canción lusitana se seleccionaba en una fase previa celebrada en el monumental Teatro Jordao de Guimaraes, y allí íbamos los medios informativos de Ourense a disfrutar de una fiesta por todo lo alto. Además, el festival se presentaba en Madrid y en Oporto, y en aquellos días, a su inicio, se celebraba una recepción a los artistas, autores, invitados, medios informativos y autoridades en el Ayuntamiento, a lo que corresponden estas viejas fotos publicadas entonces por La Región. El Festival del Miño era algo más que un concurso musical, era un gran acto social que convocaba a todo Ourense, primero en el Jardín del Posío y más tarde en el pabellón de los Remedios. En alguna ocasión fue transmitido por la Televisión Española, gracias al éxito de las gestiones realizadas desde Ourense con Adolfo Suárez, que antes de ser director general ya ocupaba altos cargos en el medio, y además todos los años por la radio, donde yo mismo tuve esa misión varias veces.

La recepción del Ayuntamiento servía para proyectar a través de los periodistas de otros lugares de España y de otros países la imagen de una ciudad acogedora, moderna, y proyectada hacia el futuro. Había discursos y, sobre todo, en el salón de plenos del Ayuntamiento se servía un “vino español” por todo lo alto. Las autoridades y las representaciones de aquel tiempo estaban encantadas de mezclarse con los cantantes de moda que venían al festival. En el fin de fiesta, los ourensanos podían disfrutar de figuras como Juan Manuel Serrat y otros del mismo nivel. Siempre he pensado que, quizá modernizado y replanteado, aquel entrañable evento podría haber sobrevivido hasta nuestros días para seguir siendo el plato fuerte de unas fiestas de la ciudad que progresivamente cada año vienen en menos.

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