Dos dotaciones de agentes de la Policía Nacional de Ourense acudieron ayer a la sucursal bancaria de La Caixa, ubicada en la confluencia de las calles Juan XXIII y Concejo de la ciudad, tras ser alertadas a media mañana de que del interior de la misma habían desaparecido 45.000 euros del cajetín de su cajero automático.
Fuentes de la Comisaría ourensana indicaron que el robo se habría producido después de que, por causas que aún se investigan, la puerta trasera interior de la máquina -por donde la recargan los operarios- estuviese abierta durante, al menos, una hora, entre las 11,30 y las 12,30 de la mañana.
En ese período de tiempo, según reconocieron fuentes policiales, el autor del robo pudo acceder a la inmediaciones del cajero y hacerse con todo el efectivo que se hallaba dentro del mismo, aprovechando el descuido de los empleados de banca, que atendían a los clientes que había a esa hora.
Al poco tiempo, el propio sistema de alarma de la entidad alertó a sus responsables de que la puerta de la máquina había permanecido abierta más tiempo del permitido aunque, cuando acudieron a ver qué pasaba, se percataron de que había desaparecido todo el efectivo que había en su interior. Entonces, tampoco pudieron apreciar rastro o señal alguna que delatase al autor de la sustracción por lo que, acto seguido, requirieron la presencia de las fuerzas de seguridad.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron, además de los agentes de la Policía Nacional, efectivos de la Policía Científica y Judicial de la Comisaría de Ourense, cuyo cometido fundamental se centró en recabar datos, tomar declaraciones a los empleados de la oficina y examinar el cajero automático en busca de huellas que revelen la identidad del autor del suceso.
CÁMARAS DE SEGURIDAD
Los agentes examinarán, asimismo, el material grabado de las cámaras de seguridad que obran en poder de la oficina bancaria con el fin de investigar también la autoría del robo. Fuentes de la Comisaría de Ourense reconocieron que las imágenes serán fundamentales a la hora de arrojar luz a la sustracción, al delatar a quien sacó del cajero los 45.000 euros.
En ese período de tiempo, según reconocieron fuentes policiales, el autor del robo pudo acceder a la inmediaciones del cajero y hacerse con todo el efectivo que se hallaba dentro del mismo, aprovechando el descuido de los empleados de banca, que atendían a los clientes que había a esa hora.
Al poco tiempo, el propio sistema de alarma de la entidad alertó a sus responsables de que la puerta de la máquina había permanecido abierta más tiempo del permitido aunque, cuando acudieron a ver qué pasaba, se percataron de que había desaparecido todo el efectivo que había en su interior. Entonces, tampoco pudieron apreciar rastro o señal alguna que delatase al autor de la sustracción por lo que, acto seguido, requirieron la presencia de las fuerzas de seguridad.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron, además de los agentes de la Policía Nacional, efectivos de la Policía Científica y Judicial de la Comisaría de Ourense, cuyo cometido fundamental se centró en recabar datos, tomar declaraciones a los empleados de la oficina y examinar el cajero automático en busca de huellas que revelen la identidad del autor del suceso.
CÁMARAS DE SEGURIDAD
Los agentes examinarán, asimismo, el material grabado de las cámaras de seguridad que obran en poder de la oficina bancaria con el fin de investigar también la autoría del robo. Fuentes de la Comisaría de Ourense reconocieron que las imágenes serán fundamentales a la hora de arrojar luz a la sustracción, al delatar a quien sacó del cajero los 45.000 euros.
