SUCESO

Detenidos cuatro rumanos que robaban dando abrazos

Los imputados consiguieron joyas de ancianos de Carballiño y Sandiás tras ganarse su confianza

La Guardia Civil detuvo en Puebla de Sanabria, en la provincia de Zamora, a cuatro personas por la comisión de dos delitos de hurtos de joyas ocurridos en Carballiño y Sandiás.

Ambas sustracciones fueron perpetradas por el denominado "método del abrazo" y los presuntos autores abandonaron la zona y se dirigieron hacia la provincia de Zamora en un vehículo, según precisó el Instituto Armado. Horas después, el turismo, en el que viajaban dos hombres y otras tantas mujeres de nacionalidad rumana, fue interceptado por una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Zamora y, tras identificar a los ocupantes, se comprobó una de estas personas (una mujer de 37 años) estaba siendo buscada por un juzgado de Tortosa (Tarragona) en referencia a su implicación en la comisión de un delito de robo con violencia e intimidación. De las gestiones realizadas 'in situ' por la Guardia Civil se tuvo conocimiento de la posible implicación de estas personas en los dos delitos de hurto cometidos en la provincia limítrofe.

La Guardia Civil de Ourense, en poco tiempo, reunió el suficiente material probatorio que incriminaba a estas personas con los hurtos y que determinaron su plena identificación.

Las diligencias instruidas y personas detenidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Puebla de Sanabria, que decretó su libertad con cargos.

En los últimos meses se han venido sucediendo en diferentes localidades la sustracción de cadenas de oro, relojes u otro tipo de joyas por el mencionado “método del abrazo”. Este último consiste en que tres o cuatro individuos, aunque puede variar el número, entre los que casi siempre se encuentra una mujer y a veces niños, se acercan a la potencia víctima, preferentemente personas mayores, y les piden, por ejemplo, información sobre un centro de salud. Una vez captada la atención de la víctima, se les acercan para mostrarle el agradecimiento, llegando incluso a abrazarla o besarla, recompensándola con un detalle de bisutería. Es en ese momento, cuando aprovechan para robarle las joyas que la víctima lleva consigo, de forma disimulada.

Por esta razón, el Instituto Armado recomienda rehuir el contacto físico cuando el ciudadano sea requerido por personas desconocidas, y nunca enfrentarse a los delincuentes.

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