Conseguir que el público cambiase su visión sobre la situación económica fue el reto que se marcó el consultor empresarial Fernando Sánchez Salinero en el Foro La Región, presentado por la empresaria Yolanda Vidueira.
En una amena intervención, con un discurso cargado de humor, Sánchez Salinero demostró que la situación económica que atravesamos 'no es una crisis, sino un cambio estructural'. Y, según aseveró, cada ciudadano tiene que ser consciente de que este cambio le va a afectar y prepararse para ese nuevo entorno.
'Si diagnosticamos mal la situación, es probable que, en vez de solucionarla, la estemos empeorando', lamentó el ponente.
Al respecto, explicó que una situación de crisis supone 'un cambio drástico en la economía que nos pilla sin respuestas' y, en el caso concreto de la actual, se ocasionó por una mala coordinación de la economía y una demanda artificial. 'Se han puesto al descubierto muchos errores que hemos cometido', indicó.
No obstante, 'la crisis, siendo mala, no es lo más importante que nos está pasando. Lo verdaderamente importante es el cambio estructural', es decir, el cambio de un sistema de producción a otro. El problema radica en que, cuando coinciden una crisis y un cambio estructural, 'la gente se preocupa de la crisis y no presta atención al cambio', precisó.
El nuevo entorno es visto como una amenaza por aquellos a los que favorece el sistema tal como está, pero que afrontan como una oportunidad quienes no tienen nada que perder o creen que su situación puede mejorar. Y, en ese contexto, van a surgir nuevas profesiones, 'pero nadie nos está formando para los trabajos que vamos a ejercer en los próximos años', indicó. Así, enumeró los factores que condicionarán la evolución en los próximos años, como el cambio climático, los flujos migratorios, la explosión demográfica, el auge de las economías asiáticas, el desarrollo de las tecnologías y las redes sociales, la modificación del modelo energético o la incertidumbre financiera.
Y, en el mundo laboral, 'hay que aprender a vivir el cambio: salir a comerse el mundo', animó a los asistentes. 'Tanto si eres empresario como empleado, o cambias radicalmente, o desaparecerás', auguró, alegando que 'los modelos de negocio que había antes ya no dan más de sí' y que el futuro pasa por 'adecuarse a las nuevas profesiones', haciendo frente a la incertidumbre y miedo que ello supone.
'Si diagnosticamos mal la situación, es probable que, en vez de solucionarla, la estemos empeorando', lamentó el ponente.
Al respecto, explicó que una situación de crisis supone 'un cambio drástico en la economía que nos pilla sin respuestas' y, en el caso concreto de la actual, se ocasionó por una mala coordinación de la economía y una demanda artificial. 'Se han puesto al descubierto muchos errores que hemos cometido', indicó.
No obstante, 'la crisis, siendo mala, no es lo más importante que nos está pasando. Lo verdaderamente importante es el cambio estructural', es decir, el cambio de un sistema de producción a otro. El problema radica en que, cuando coinciden una crisis y un cambio estructural, 'la gente se preocupa de la crisis y no presta atención al cambio', precisó.
El nuevo entorno es visto como una amenaza por aquellos a los que favorece el sistema tal como está, pero que afrontan como una oportunidad quienes no tienen nada que perder o creen que su situación puede mejorar. Y, en ese contexto, van a surgir nuevas profesiones, 'pero nadie nos está formando para los trabajos que vamos a ejercer en los próximos años', indicó. Así, enumeró los factores que condicionarán la evolución en los próximos años, como el cambio climático, los flujos migratorios, la explosión demográfica, el auge de las economías asiáticas, el desarrollo de las tecnologías y las redes sociales, la modificación del modelo energético o la incertidumbre financiera.
Y, en el mundo laboral, 'hay que aprender a vivir el cambio: salir a comerse el mundo', animó a los asistentes. 'Tanto si eres empresario como empleado, o cambias radicalmente, o desaparecerás', auguró, alegando que 'los modelos de negocio que había antes ya no dan más de sí' y que el futuro pasa por 'adecuarse a las nuevas profesiones', haciendo frente a la incertidumbre y miedo que ello supone.
