El lío con una partida de mascarillas defectuosas y el desconocimiento de cuántas de ellas podrían haber sido usadas por parte de personal del área sanitaria ha puesto en alerta a todos los profesionales. La Consellería de Sanidade anunciaba ayer que realizará este fin de semana un cribado de todos los profesionales del área sanitaria de Ourense –hay más de 5.000 trabajadores– que utilizaron las mascarillas N95 de la marca Garry Galaxy, que distribuyó el Ministerio de Sanidad. "Estivéronse utilizando en todos os servizos do hospital", avanzaron desde la junta de personal.
La consellería ordenó "inmovilizar y retirar" las mascarillas contenidas en envases verdes que existen en toda Galicia, una vez que el Ministerio de Sanidad –que fue el que realizó la distribución– enviase una alerta indicando que no cumplían con la normativa europea en materia de filtrado.
Se usaron hasta ayer
Aunque el Servizo Galego de Saúde (Sergas) informó de que había paralizado el jueves la distribución y ordenó su retirada, personal de la Unidad de Cuidados Intensivos, Urgencias y Enfermería del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) confirmaban que se había estado utilizando hasta el mediodía. Este lote retirado no cuenta con las exigencias que determina el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo. La cifra de inmovilizadas en Galicia ascendió a 82.291 unidades. Un total de 36.883 fueron retiradas de la plataforma de distribución de Negreira y otras 45.408 en las áreas sanitarias.
Ahora, se sustituirán "de inmediato" y se realizarán las pruebas diagnósticas necesarias a los profesionales. Mientras, el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, envió al ministro de Sanidad, Salvador Illa, una carta en la que solicitó información "axustada" sobre los lotes afectados y las deficiencias detectadas.
El gerente del área sanitaria ourensana, Félix Rubial, se reunía ayer con la comisión de centro –representación de los trabajadores–. A la salida, Fernando Rivas, presidente de la junta de personal, confirmaba la "preocupación" entre los sanitarios y refería que se habían usados las mascarillas de ese modelo "ata esta mesma mañá". Ahora, dijo, se están estudiando las "consecuencias" que pudiera tener el uso de estas mascarillas defectuosas, que según conocieron en la reunión, "cumpren tan só un 70% da súa función", lo cual consideran que supone un "risco importante" de contagiar o ser contagiados. Por ello, Rivas exigió que se hagan "probas a todo o persoal que estivese traballando con esas mascarillas".
Ahí radica otro problema, "parece complicadísimo, porque ese modelo usouse tamén en plantas non COVID", explicó Rivas, que recordó que la clave ahora es determinar dónde se usó el lote defectuoso. "Por exemplo, as mascarillas dos EPI que se mandan aos Puntos de Atención Continuada (PAC) son desa marca, por iso a clave é saber se é desde lote. Estase vendo que a maioría se corresponde con ese lote, e haberá que ver a incidencia".
Desde la UCI, el enfermero Hugo Babarro confirmó que esas mascarillas ahora retiradas fueron usadas para hacer "prácticas de riesgo" en la misma mañana de ayer, tales como aspiración de secreciones o extubación de un paciente, y mostraban su "indignación" al conocer la noticia, al tiempo que pedía test para todo el personal.
Según otra de las fuentes consultadas de Enfermería, recalcaron que "estas máscaras usáronse en todas as plantas COVID-19 do CHUO". Señalaron que es uno de los cuatro modelos que se usan en las plantas, pero las del lote defectuoso "son as que máis". Asimismo, indicaron que "nunca tivemos sospeitas de que non foran válidas", algo que, sin embargo, sí les ocurrió con otros modelos.
Cribado inmediato
Tras evaluar la situación, los servicios de Medicina Preventiva, Microbioloxía y la unidad de Prevención de Riscos Laborais trabajan en una relación de potenciales usuarios en todo el área sanitaria para cribar "de inmediato" a los profesionales expuestos. Para ello, se les someterá al test de anticuerpos de doble banda que acaba de entregar Sanidade.
El Ministerio de Sanidad asegura que informó a la Xunta el día 15
Sanidad remitió las mascarillas del envase verde retiradas, fabricadas por la Garry Galaxy, al Instituto Textil y Laboratorios (AITEX) para que se validen si son adecuadas para otro uso como puede ser mascarilla quirúrgica o higiénica. El departamento que dirige Salvador Illa recibió hace unos días un aviso por parte de Aragón y de Cataluña de que tenían dudas del cumplimiento de medidas de control de unas mascarillas FFP2 de esta marca.
Por ello, remitieron unas muestras de estas mascarillas, identificadas en envases azules, al Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. La Consejería de Salud de Cataluña también remitió mascarillas de este fabricante, en su caso identificadas en envases verdes. Posteriormente, el 15 de abril, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo remitió al Ministerio de Sanidad dos informes, uno para cada tipo de mascarilla, observándose que las contenidas en envases azules cumplían y las verdes, no. La tarde del miércoles se informó a las comunidades autónomas y se pidió que retirasen de inmediato del mercado un lote "específico y concreto" de las mascarillas del envase verde. Según Sanidad, el fabricante ya comunicó que sustituirá la totalidad de las unidades.
