El alcalde de la ciudad demanda a la Confederación una actitud "beligerante" con la actuación de Iberdrola en el Sil y el Miño

Santo Estevo libera menos agua para evitar el impacto visual de los lodos

El Miño, a la altura del Puente Romarno. (Foto: Xesús Fariñas)
El río Miño continúa arrastrando lodos y materia orgánica a causa del vaciado del embalse de Santo Estevo, aunque en menor medida que en los últimos días al decidir la hidroeléctrica Iberdrola liberar manos agua en la presa.
El río vio mermado su caudal a media mañana de ayer después de que el comisario de aguas de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Juan Nóvoa, se reuniese con técnicos y directivos de Iberdrola para evitar que el arrastre de lodos y basura ocasione daños en la flora y fauna.

De la reunión, que incluyó un recorrido en una zodiac por la escasa agua que aún queda almacenada en la presa de Santo Estevo para comprobar su calidad, no trascendió ningún resultado pero, según pudo saber este periódico, Iberdrola acordó liberar menos agua para que el impacto visual del lodo no sea tan alarmante, como sucedió en los últimos días.

El vaciado del embalse está en su fase final, de ahí que el fango acumulado durante años salga ahora con el agua, primero al río Sil y después al Miño. "El agua puede salir un poco turbia porque al embalse de Santo Estevo llegan todos los restos de lavado de pizarra en las naves de Valdeorras. De todas formas, los técnicos están analizando continuamente el agua y no se detectó ningún grado de contaminación que pueda afectar a la vida del río", afirmaron en Iberdrola.

Los técnicos de la Confederación también están realizando continuamente analíticas. "El grado de suciedad disminuyó al bajar el nivel de agua", aseguraban en la tarde de ayer, recalcando que la vigilancia se mantendrá hasta finalizar el vaciado del embalse. Mientras, la diputada autonómica del BNG, Tareixa Paz, preguntó en el Pazo do Hórreo por la incidencia que va a tener el vaciado en los viñedos de la Ribeira Sacra.

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