El limosnero del pontífice repartirá entre los necesitados las pulardas regaladas por la empresa

Satisfacción en Coren por la visita al papa en el Vaticano

Representantes del grupo cooperativo ourensano Coren tuvieron ayer la oportunidad de saludar al papa Francisco, tras la audiencia general de Su Santidad en el Vaticano. El presidente de la cooperativa, Manuel Gómez-Franqueira, y los consejeros María Gómez-Franqueira y Javier Bobillo acudieron a la audiencia que ofreció el Santo Padre, encuentro en el que el papa se mostró muy cercano y entusiasmado de poder conocer la historia de la cooperativa gallega.
El presidente de Coren explicó a Su Santidad que los orígenes de la cooperativa se remontan a finales de los años 50 del pasado siglo, un momento en el que muchos gallegos tenían que emigrar a países como Argentina -precisamente el país de origen del papa Bergoglio-, en busca de un futuro mejor. De hecho, el Santo Padre les recordó que a todos los españoles que en aquellos años llegaban a Argentina se les llamaba 'gallegos'.

Manuel Gómez-Franqueira añadió que ese proyecto, que entonces nacía con una veintena de socios, agrupa hoy en día a casi 7.000 familias de Galicia, ofreciéndoles la oportunidad de vivir dignamente del campo.

El presidente de la cooperativa indicó también a Su Santidad que la actividad de Coren se asienta en valores como la unidad y la cooperación, los mismos que el actual papa 'transmite con tesón y firmeza'.

Por último, los directivos de la cooperativa mostraron su satisfacción ante la gran receptividad del papa Francisco por su visita, hecho que supone 'un acontecimiento histórico para Coren'.


PULARDAS DEL CONVENTO

La visita de los directivos de Coren al Vaticano respondía también a su intención de donar 200 pulardas del Convento de las Clarisas de Allariz para las familias necesitadas de Roma. El limosnero del papa, Konrad Krajewski, será el encargado de distribuirlas.

Así lo anunciaba el diario del Vaticano 'L'Osservatore Romano', que señala que Krajewski, en nombre del papa, se encargará de distribuir este tradicional alimento navideño en los comedores para pobres de Roma, empezando por la estructura que gestionan las monjas de Madre Teresa de Calcuta. Según 'L'Osservatore Romano', la idea del regalo fue de José Luis, un niño de 7 años, hijo de una de las socias de Coren.

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