Seixalbo quema a sus mecos tras 
un movido baile

photo_camera Un grupo de amigos y su colega hinchable, en plena celebración (XESÚS FARIÑAS)

Paquita y Nicanor ya están listos para volver a refugiarse en el hogar de uno de los vecinos de Seixalbo e hibernar a la espera de un nuevo Entroido. Pero antes de eso aconteza, ayer fue un día intenso de actividad y emoción para dar por finalizada esta fiesta de la manera que se merece.

Durante toda la jornada, las charangas animaron con su música y su ritmo a todos los vecinos para que en ningún momento decayera la alegría y los pies se movieran sin perder el compás.

Por la tarde tuvieron su plato fuerte con el desfile de los disfraces a buen compás en la Praza Maior, y un baile en el que no quedó nadie que no decidiera darle ritmo al cuerpo. El día acabó un poco más triste de lo que había comenzado, con la quema de los mecos. Pero en Seixalbo todos saben que ahora sólo se presenta un pequeño lapsus temporal de doce meses hasta poder volver a recuperar a su Paquita y Nicanor para que vuelvan a lucir por las calles.

Los vecinos aprovecharon por ello de manera intensa la jornada del martes de carnaval, con luz del día y sin ella, antes de volver a recuperar la rutina de la cotidianidad y tener que volver al trabajo y a las labores diarias, sin poder llevar máscara.

Te puede interesar