Un día después de hacerse cargo del servicio de limpieza de dependencias municipales, Seralia, la nueva concesionaria -que sustituye a una empresa de Vendex que trabajó en precario desde 2011- envió el pasado viernes una carta de despido a cinco trabajadoras, según hacía público ayer el grupo municipal del BNG, que pedía al gobierno local que intercediese para evitar los despidos.
Según los nacionalistas, la empresa comunicó a las empleadas que había tomado esa decisión en vista de que "diminuiran voluntaria e continuadamente o rendemento normalmente esixido no posto de traballo polo que consideran os feitos constitutivos dunha disminución no rendemento de traballo tipificado no artigo 54.2.e) do Estatuto dos Traballadores e polo tanto se lles comunica o despido disciplinario”.
Ante esta situación, el alcalde, Agustín Fernández, se puso en contacto con la concesionaria para mostrarle "o seu total rexeitamento" por estos despidos.
El regidor lamenta "o mal comenzo" del nuevo servicio y recuerda que la concesionaria debe subrogar la plantilla de la anterior, según el pliego de condiciones de la contratación. "Teremos que analizar a situación cos xurídicos municipais", afirmó Fernández, "pero a priori, a nova contrata non pode alterar a plantilla unilateralmente e sen sentarse cos nosos servizos a tomar unha decisión". El gobierno ya ha pedido informes a Contratación sobre si la empresa puede adoptar esta resolución.
