La Guardia Civil investiga una posible agresión sexual a una mujer de 62 años en un negocio hostelero de la calle Irmáns Moreno, en el centro de Verín.
Los agentes abrieron una investigación después de que la víctima denunciara en la madrugada del pasado sábado que había sido agredida por el dueño del local cuando se disponía a ir al cuarto de baño, en el interior del negocio.
La sexagenaria, según fuentes del instituto armado, asegura que estaba divertiéndose en el local en compañía de unos amigos, a los que en un principio no les contó la supuesta agresión. Según recoge la denuncia, la mujer se levantó de la mesa para ir al cuarto de baño, momento que al parecer aprovechó el presunto agresor para seguirla y, cuando estaba en la puerta, se abalanzó sobre ella, la empujó para el interior del cuarto de aseo y, tras cerrar con llave la puerta, la obligó a sacar la ropa y la atacó, con la amenaza de que no contara nada de lo sucedido.
Una vez fuera del negocio, la víctima relató los hechos a sus compañeros que, acto seguido, la trasladaron al Hospital Comarcal de la villa con el objetivo de ser sometida a un reconocimiento médico pero, según fuentes del instituto armado, la prueba no arrojó ningún resultado positivo. El médico forense no encontró ningún desgarro ni semen, entre otros elementos que pudieran confirmar la supuesta agresión sexual.
El presunto agresor aún no presto declaración de forma oficial en el cuartel, aunque sí ya fue citado por los agentes, que tratan de esclarecer si se consumó la supuesta violación o la víctima presentó la denuncia por algún tipo de venganza o ajuste de cuentas con el local hostelero.
La sexagenaria, según fuentes del instituto armado, asegura que estaba divertiéndose en el local en compañía de unos amigos, a los que en un principio no les contó la supuesta agresión. Según recoge la denuncia, la mujer se levantó de la mesa para ir al cuarto de baño, momento que al parecer aprovechó el presunto agresor para seguirla y, cuando estaba en la puerta, se abalanzó sobre ella, la empujó para el interior del cuarto de aseo y, tras cerrar con llave la puerta, la obligó a sacar la ropa y la atacó, con la amenaza de que no contara nada de lo sucedido.
Una vez fuera del negocio, la víctima relató los hechos a sus compañeros que, acto seguido, la trasladaron al Hospital Comarcal de la villa con el objetivo de ser sometida a un reconocimiento médico pero, según fuentes del instituto armado, la prueba no arrojó ningún resultado positivo. El médico forense no encontró ningún desgarro ni semen, entre otros elementos que pudieran confirmar la supuesta agresión sexual.
El presunto agresor aún no presto declaración de forma oficial en el cuartel, aunque sí ya fue citado por los agentes, que tratan de esclarecer si se consumó la supuesta violación o la víctima presentó la denuncia por algún tipo de venganza o ajuste de cuentas con el local hostelero.
