OURENSE NO TEMPO

El skyline y escena cotidiana de los 50

Progreso cruce con Cruz Roja
photo_camera Progreso cruce con Cruz Roja

Hace poco os hablaba de mi calle; hoy os enseño lo que había de ser mi casa, la que también, y por extraño que parezca, durante un pequeño periodo de tiempo (5 o 6 años), fue la “Torre de Orense”...

Hace poco os hablaba de mi calle; hoy os enseño lo que había de ser mi casa, la que también, y por extraño que parezca, durante un pequeño periodo de tiempo (5 o 6 años), fue la “Torre de Orense”, ocho alturas más ático y cubierta.

Es posible que muchos de vosotros discrepéis conmigo a la hora de llamar centro a este cruce, el formado por la calle Progreso, con la de Reza y la de San Miguel (hoy este tramo de la antigua San Miguel creo que tiene otro nombre, pero supongo que así también se entiende). Los últimos peldaños de la década de los 50 marcaron la ruta para lo que mi amigo Manolo Domínguez -de www.canedo.eu- definió como de “vorágine constructora de los años 60”. Lo que hasta ese momento habían sido casas señoriales con empleo masivo de piedra, un máximo de dos, en algún caso concreto tres o cuatro alturas, que se mezclaban con auténticos chalets de ciudad, de una altura y zonas ajardinadas. ¿Recordáis el chalet Losada en medio y medio de la calle del Paseo; o el que ocupaba el solar del actual Aporsa?


Precisamente la construcción de tres nuevos edificios fue la causa probable de que don Augusto Pacheco se decidiera a realizar una serie de fotografías de la zona; y hasta donde yo sé, fue también la primera gran transformación del "skyline" de nuestra Auria. Donde veis ese grupo de edificaciones de una altura (ahí tuvo su taller el abuelo de Paco Ropero, Paco–Paco), se levantaron edificios de cuatro, ocho y siete alturas respectivamente. Pero volvamos al tema. Corría el año 57 o 58, la esquina de Reza estaba ocupada por una pequeña Mercería y a su lado, uno de los templos de culto en mi niñez, confitería La Trinidad. A su lado, la tienda de Santorum, “Benito Alonso Santorum”, otro de los templos del comer. Y por último, la tienda librería de la imprenta La Industrial.

Las construcciones que iban a caer ya llevaban un tiempo sirviendo de soporte a los carteles publicitarios; así nos enteramos de que los grandes Zori Santos y Codeso pasaron por nuestra Auria en su etapa de esplendor, y que los Hermanos Tonetti, con su Circo Atlas, también hicieron las delicias del público ourensano. Las madres ourensanas ya lavaban las prendas de punto de sus infantes con Norit "el del borreguito".

Los personajes también son una buena representación de aquel Ourense provinciano: el municipal con su bacinilla luciendo uniforme de verano aguardando que se acercara algún vehículo al que dirigir; el policía armada que patrullaba las, de aquellas, tranquilas calles; el paisano que acababa de llegar en “la línea” y traía su saco para llenarlo de todo lo que no consigue en la aldea, y el cartero con su reparto diario. La gente disfruta conversando aunque después tenga que apurar el paso para no dejar nada pendiente (si os fijáis, hay mas gente parada que caminando, ¿no se habrán dado cuenta de la presencia del fotógrafo?).

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