El empresariado, los comerciantes, la hostelería, las asociaciones vecinales de la ciudad y del perímetro rural, así como los usuarios de las termas, piden “seriedad” ante los 10 meses que restan para unas nuevas elecciones municipales. Ante la inestabilidad, preocupa que haya proyectos que no salgan adelante.
Marisol Nóvoa, presidenta de la Confederación Empresarial de Ourense, es tajante: “Un gobierno estable es imprescindible para el desarrollo económico de la ciudad. Estamos todavía con los presupuestos de 2020 y el PXOM sin aprobar. Es un perjuicio muy grande que paraliza las inversiones”. Nóvoa incide en que esta situación política puede generar “falta de seguridad” y que no nazcan iniciativas empresariales. La CEO lleva tiempo reivindicando la necesidad de un plan urbanístico que sustituya al actual (del 1985); clave para dar luz verde a nuevos proyectos. “Es una pena, en estos 10 meses no creo que se vaya a aprobar el PXOM”, añade la presidenta de la CEO. La Asociación de Jóvenes Empresarios, en la misma línea, reivindica que las empresas “necesitan estabilidade e proxectos de futuro” y el único “camiño posible” sería “a unidade”.
Los comerciantes tiran de ironía. Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro, señala que “llevamos sin concejalía de Comercio tres legislaturas, así que nos afecta poco”. Subraya el “impulso” que necesita el comercio, no solo de la ciudadanía y del Concello, “también de los propios comerciantes”.
La hostelería está pendiente de la ordenanza de veladores, para la que Jácome sí necesita que sea aprobada en el pleno. Pepe Vilachá, de la Asociación de Hostalaría Ourensá (AHROU), cree que este lío municipal “volve fastidiar un ano á hostelería, imos estar sen ordenanza no verán e é o terceiro ano que nos imos quedar sen terrazas, mentres o resto de España as ten. É lamentable”.
Kike Camoeiras, miembro del colectivo “Amigos das Termas”, confía en que el alcalde “reforme ahora las termas, ya que cesó a la culpable de la parálisis, Flora Moure”.
Los placeros, con su particular rompecabezas de una reforma eterna en la Plaza de Abastos, también se quejan. Emilio González, presidente del colectivo, pide “responsabilidades” al gobierno local, ya que “va siendo hora de dejar de ser el hazmerreír, poco les importa Ourense a los políticos”.
Lorinda Fernández, de la agrupación vecinal Miño, critica los “tumbos” del PP, pide “seriedade política” y asegura que “os veciños non merecemos isto”. Manuel Mosquera, de la Federación Limiar, sugiere que “la oposición tiene que ayudar” frente a esta parálisis y cita infraestructuras como la calle Vázquez Núñez, que lleva cinco meses en obras “y la gente no viene a los pocos negocios, que sufren”. Mosquera apunta que el Concello “no agiliza las cosas”.
Desde la asociación O Cimborrio, del Casco Viejo, señalan que “vamos a echar de menos la labor de Urbanismo y las sanciones a los locales infractores que se van a ir de rositas”.
