La polémica por la sustitución del profesor del curso de memoria del Fogar do Maior de Ourense continúa. Mientras los alumnos organizan un acto de protesta, el afectado desmiente la versión del director del centro y afirma que el relevo se debe a que se niega a asumir el coste de las fotocopias del taller.
Los alumnos del curso de memoria que se imparte en el Fogar do Maior de Ourense quieren impedir la sustitución del profesor de dicho taller, Pedro Díaz Fernández. Con esta finalidad, mañana protagonizarán un acto de protesta delante del centro, a las 11,30 horas, para reivindicar su readmisión, porque, según afirman, su cambio es por causas laborales totalmente ajenas a la calidad y buen funcionamiento de la actividad desarrollada.
Por su parte, el psicólogo Pedro Díaz ha desmentido la versión ofrecida por el director del centro, Ricardo Fole, al asegurar que en ningún momento se opuso a trabajar con grupos de 30 personas -tal y como éste afirmó el pasado lunes-.
El profesor, que impartirá esta semana por última vez el curso de memoria, sostiene que aunque el contrato que firmó el pasado mes de septiembre establecía clases de 20 alumnos, voluntariamente decidí ampliarlas a 30 debido a la gran demanda. Hartford -que es la empresa que se encarga de contratar al profesorado de las actividades que Vicepresidencia tiene concertadas con la Fundación La Caixa- le planteó este año un nuevo contrato laboral de abril a diciembre, de 96 horas y con los siguientes honorarios: 18,55 euros la hora, más 50 euros para gastos de desplazamiento (hasta ahora cobraba 45 euros por 90 minutos de clase). Asimismo, le propuso la reducción de cada grupo a 20 alumnos. Añade el profesor que también querían reducir las clases de 90 a 60 minutos, así como que yo pagase las fotocopias que se utilizan en el taller, a lo que me negué (son siete por cada clase).
Desde Hartford se han limitado a afirmar que Pedro Díaz no llegó a un acuerdo respecto a las condiciones laborales que se le ofrecieron que, sin embargo, sí aceptaron otros monitores.
Por su parte, el psicólogo Pedro Díaz ha desmentido la versión ofrecida por el director del centro, Ricardo Fole, al asegurar que en ningún momento se opuso a trabajar con grupos de 30 personas -tal y como éste afirmó el pasado lunes-.
El profesor, que impartirá esta semana por última vez el curso de memoria, sostiene que aunque el contrato que firmó el pasado mes de septiembre establecía clases de 20 alumnos, voluntariamente decidí ampliarlas a 30 debido a la gran demanda. Hartford -que es la empresa que se encarga de contratar al profesorado de las actividades que Vicepresidencia tiene concertadas con la Fundación La Caixa- le planteó este año un nuevo contrato laboral de abril a diciembre, de 96 horas y con los siguientes honorarios: 18,55 euros la hora, más 50 euros para gastos de desplazamiento (hasta ahora cobraba 45 euros por 90 minutos de clase). Asimismo, le propuso la reducción de cada grupo a 20 alumnos. Añade el profesor que también querían reducir las clases de 90 a 60 minutos, así como que yo pagase las fotocopias que se utilizan en el taller, a lo que me negué (son siete por cada clase).
Desde Hartford se han limitado a afirmar que Pedro Díaz no llegó a un acuerdo respecto a las condiciones laborales que se le ofrecieron que, sin embargo, sí aceptaron otros monitores.
