A punto de dejar su cargo como senador para centrarse en la campaña electoral, Juan Carlos Francisco afronta el 5-A desde la doble visión de candidato y secretario de organización del PSOE de Ourense. Tras los resultados de 2019, es claramente optimista.
¿Está el PSOE preparado para la hora de la verdad?
Hemos conseguido estabilizar el partido, dotarlo de fortaleza y músculo y en términos electorales estamos completamente satisfechos tras el 2019. Tenemos un aval y ahora el culmen tienen que ser las autonómicas.
Si vienen mal dadas, volverán los cuchillos.
El partido en Ourense está en condiciones de obtener un buen resultado, cuando menos duplicar los diputados. Si la participación supera el 65% estoy seguro de que tendremos un apoyo similar a 2019.
Entra en juego el factor Feijóo, que tiene también el aval de tres mayorías.
Feijóo está sobredimensionado, viene avalado por una imagen de buen gestor y yo invito a cualquier ciudadano a que diga dos acciones de índole política que hayan redundado en beneficio de la provincia.
¿Pero se puede frenar eso?
Sí, sí. Si se puede solucionar es con políticas públicas, lo que no vale es lo que pretendía hacer la Xunta con la sanidad, como sucedió en Verín. Eso no ayuda a consolidar que la ciudadanía siga viviendo en esta provincia, sino que se vaya.
¿Verín, después de lo que pasó con el paritorio, será clave?
Lo que se escondía detrás del cierre del paritorio es el modelo de Feijóo con la sanidad, su desmantelamiento para beneficiar a la privada. Su objetivo era cerrar el hospital y la gente lo sabe. El mecanismo de resarcimiento es no votar a Feijóo.
Feijóo agita el fantasma del multipartito. Dice que añoraría al bipartito.
El bipartito, al lado del gobierno de los últimos 11 años, era de auténticos fenómenos. En cuatro años, con todos los obstáculos, se hizo más que en 11 de lejos y eso la gente lo sabe. Él vende una imagen que no tiene nada que ver con la realidad, es un bluff, marketing continuado.
¿Tienen datos de un posible vuelco electoral?
No solo es posible, se va a romper la mayoría absoluta. El PP va a perder más de un diputado por provincia. En Galicia hay una tendencia, el voto progresista es mucho mayor y el plus de que Galicia está mucho peor. No solo es posible el cambio, es necesario y lo habrá.
¿Se va a intentar explotar el pacto PP-DO?
El PSOE ganó en 2019 y hay una bolsa importante de voto. A partir de ahí, este esperpento de gobierno avala la necesidad todavía más de que ese voto de Jácome vuelva a confiar en el PSOE. No tengo ninguna duda de que ganaremos en la ciudad y que el elector va a castigar ese pacto entre Feijóo y Jácome. Él hablaba de algo letal y con la misma jeta vino después a decir que aquí no pasaba nada. Ese tipo de pactos la ciudadanía no los concibe.
Pero el PSOE también negoció con Jácome.
La diferencia es que nosotros ganamos y teníamos el mandato de formar gobierno. Hablamos con todo el mundo, también con el PP. Nosotros no íbamos a ceder la Alcaldía, por eso no somos gobierno. No cedemos a chantajes.
En la agrupación del PSOE de la ciudad manda una gestora. ¿Cuándo se va a normalizar la situación? El plazo que marcan los estatutos ya ha expirado.
Es un tema orgánico, interno, que creo que no tiene mucho interés fuera. Sí que son 100 días, pero se han convocado unas elecciones y cualquier proceso queda suspendido.
¿No es raro repetir los cabezas de lista de 2019?
Todos somos instrumentos al servicio de la organización. El partido consiguió resultados históricos en 2019, algo nada fácil. En esa clave, el partido ha decidido confiar en mí y en otros compañeros.
¿Se ha castigado a Noela Blanco?
No, no. Ha sido una gran diputada, excepcional. Ella lo hizo bien, como otros muchos. El partido tiene sus mecanismos.
¿Complica trabajar con el fantasma de que no haya elecciones por el coronavirus?
Es una situación excepcional, yo preparo la campaña exactamente igual, el partido está absolutamente preparado, reuniéndonos con todas las agrupaciones.
¿Es fácil trasladar un mensaje cuando la gente está más pendiente de otras cosas?
Entiendo que es un elemento de distorsión de una campaña, porque solo hablas de eso. Si hay variaciones, nos adaptaremos.
