Sin soluciones tras tres semanas de hedor en la calle Santo Domingo

Un operario revisaba en la tarde de ayer las alcantarillas en busca de solución.
photo_camera Un operario revisaba en la tarde de ayer las alcantarillas en busca de solución.
Ecourense acudió en dos ocasiones a tratar de desatascar las arquetas de la zona afectada

La calle Santo Domingo huele mal. “Tan mal que la gente pasa corriendo en algunos tramos”, asegura una comerciante de la zona. Un hedor lleva tres semanas asolando a los  vecinos, negocios y viandantes que la transitan y todavía no se ha encontrado una explicación clara de por qué ocurre. 

El olor comienza a mediodía y se mantiene hasta la noche. El calor ayuda a su propagación y se extiende desde el edificio de Hacienda hasta la Iglesia de Santo Domingo. 

Los comerciantes de la zona tienen que cerrar las puertas cada día para evitar que la pestilencia entre en el interior, aunque poco influye porque son pocos los que se paran frente a los escaparates -tratan de salir de allí lo antes posible-. 

Desolados, ante la permanencia de este problema, los propietarios y la asociación Centro Comercial Aberto pidieron medidas al Concello, que hasta el momento no había tomado parte en el asunto. La primera intervención fue la de Viaqua. Revisó las tuberías de la calle y, tras ello, comunicaron a los comerciantes “que no era cosa de ellos”. 

El olor a “fosa séptica”, como lo catalogan los allí presentes, continuó. Los trabajadores de Ecourense, el servicio de limpieza viaria, recogida y transporte de residuos, acudieron durante la madrugada del martes a hacer su propia revisión. Introdujeron agua a presión en el alcantarillado para tratar de “desatascar” la zona que intuían colapsada. Sin embargo, ayer a mediodía, el pan de cada día. 

Por el momento, no se halló la fórmula para limitar este problema, pero cada día el hedor afecta a los negocios de la zona. “Tenemos que cerrar las puertas para que no entre en el interior de la tienda, tememos que la ropa coja olor”, señalan desde Lakarí. Además, aseguran que los niveles de peste les llevaron a plantearse cerrar en algunas ocasiones: “Nos mareábamos, no había forma de trabajar”. 

El presidente del Centro Comercial Aberto (CCA), Luis Rivera, tomó cartas en el asunto. Acudió al Concello para exigir medidas inmediatas. Sin embargo, tras acercarse ayer por la tarde, comprobó que el olor persistía tras el trabajo de la concesionaria de gestión de residuos. “Tienen  que investigar de donde viene”, explicó. 

“Ayer por la tarde continuaba siendo insufrible”, señaló Rivera. Ecourense regresó a última hora para realizar la misma intervención. “El problema parece estructural y la gente está que trina, no hay quien pase por allí”, asegura. Uno de los operarios señaló que el problema es el estado del alcantarillado urbano: al no llover, se colapsa. En este sentido, aludió a dos posibles soluciones: “O cambiar el colector o rezar para que llueva”.

Por otra parte, Rivera indicó que el hedor da una imagen pésima de la ciudad: “Es muy triste ver a turistas con la cara tapada en una de las calles más céntricas de la ciudad”, indicó. Para el presidente del CCA, este tema está a punto de convertirse en un problema de salud pública. Desde esta entidad continuarán haciendo presión, pero el gobierno municipal no anunció ninguna medida para paliarlo próximamente. 

Más ratas

Con la pestilencia  que inunda la calle Santo Domingo, el número de ratas se multiplicó en los últimos días. “A plena luz del día, las ves pasar por delante de las tiendas”, explican los comerciantes.

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