Aquí non vén ninguén, esta é a república independente de Fonteantigua", asegura Sergio Blasi. Su pueblo es el último del término municipal de Carballiño. A escasos 200 metros empieza Leiro. Viven cinco personas, su mujer, su hija y un matrimonio. A ellos las franjas horarias les importan poco. Ayer mismo, desbrozaban los caminos de pueblo. "Aquí pouco se acordan de nós, cando chegamos a vivir aquí e foramos ao Concello nin se lembraban de que este núcleo pertencía a Carballiño", explica Blasi. Llevan un confinamiento light. "Saímos cando queremos, en realidade, aquí non veu a Garda Civil desde que empezou todo". Pero, oficialmente, son uno de esos ejemplos de la escasa atención que la Administración Central tiene para los pequeños núcleos: "Co conto ese de que somos no Concello máis de 5.000... A Carballiño só imos á compra".
EXPERTOS: “NON TEN SENTIDO"
Esta norma que confina a más de 700 pueblos del rural no tiene sentido para los expertos. "Dende o punto de vista do hábitat, esa fase da desescalada carece de sentido práctico en Galicia", explica Rubén Camilo Lois, que concuerda con la Xunta en que "se debe apostar polo criterio das áreas sanitarias". Y añade: "Podería permitirse o desprazamento incluso entre áreas cun nivel de infección semellante, como Vigo e Ourense".
En ese sentido, el límite provincial a muchas actividades tampoco respeta la idiosincrasia ourensana, donde incluso la distribución territorial deja pueblos divididos en dos, como Celeirós (Allariz y A Merca) o el pueblo de Os Peares, repartido en cuatro municipios y dos provincias. Ahí confían en que el Gobierno se muestra "comprensivo" y que sea el Consorcio local de Os Peares el que marque los límites. "Aquí o límite márcao o consorcio, non a provincia", defiende el presidente del organismo, Manuel Seoane, que apela al "sentido común". Porque, "se vives a 30 metros, non ten sentido desprazarte varios kilómetros para ir á farmacia ou comprar o pan".
La inquietud pasa ya más por cómo sobreponerse al impacto económico, que sobre el riesgo de contagio por compartir espacios con vecinos de la misma aldea. "A ver como imos saír desta situación", reflexionaba el alcalde de Nogueira de Ramuín, José César Parente. Tanto él como su homólogo de A Peroxa, apelaban a que la gente está "concienciada".
Contradicciones
La distribución territorial marcada desde el Consejo de Ministros de Madrid no concuerda con la distribución territorial del Ourense de los más de 3.000 pueblos. "As decisións do Goberno parece que só se toman desde Madrid e non teñen en conta que este é un país diverso. En Andalucía ou Castela, un concello de 5.000 habitantes é un núcleo grande onde pode haber problemas. Pero en Galicia, en Ourense en concreto, hai concellos que non teñen núcleo grande. Ese é o problema. Son as administracións máis próximas ao territorio as que o coñecen. Nunha cidade compacta como Ourense podes controlar as saídas, no caso de Pereiro ou concellos dispersos é ilóxico. Pero se as decisións tómanse en Madrid e non se consulta coas comunidades, pasa isto, que se están cometendo erros serios. Habería que adaptalo á realidade. Porque despois hai concellos menos poboados como A Rúa que son un núcleo compacto e cunha densidade maior", añade Lois. Explica que los concellos se formaron "a dedo, unificando parroquias e creando entes estrañísimos que foron arraigando". Por ello, cree que "se debería situar a escala das parroquias, entidade característica".
Baltar pide "reformulacións"
El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, llama al Gobierno a "dialogar", como ha hecho "desde o minuto un" en la junta de gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias. El Gobierno tiene "moito que traballar na coordinación". La falta de atención a reivindicaciones provinciales y autonómicas están "a afectar á poboación e iso non o podemos permitir", por lo que espera que la situación se desarrolle de manera "lóxica" y que se tenga en cuenta a los distintos territorios en la aplicación de las fases. También considera "impresentable" que el Gobierno se plantee "atentar contra a autonomía municipal" si se queda con el remanente de los concellos.
La visión impuesta desde el Consejo de Ministros que no ha contado con Ourense
La toma de medidas en el Consejo de Ministros durante el estado de alarma ha dejado medidas polémicas que han tocado de cerca a la provincia de Ourense.
- Límites provinciales: los límites del Gobierno para la desescalada son poco aprovechables en casos como los de Os Peares. La fuerte dispersión se solapa con los límites provinciales con Lugo o Pontevedra, incluso con Zamora. En Porto, aldea zamorana, por ejemplo, tienen que salir por territorio ourensano para comunicarse con el resto de Castilla y León. Y en Valdeorras, para llegar a la ciudad tienen que pasar por Lugo.
- Sistema de núcleos separados: el criterio de poner turnos para salir a la calle a los vecinos del rural de concellos de más de 5.000 habitantes choca con la realidad ourensana, donde apenas 13 poblaciones de la provincia tienen más de mil habitantes.
- Criterios comerciales: normas de terrazas para la hostelería, con un máximo de apertura del 50% a partir del día 11, más orientados a los chiringuitos de playa o grandes negocios que a la fisonomía de los bares y cafeterías de los pequeños concellos.
- Capacidad hospitalaria. El criterio por áreas sanitarias daría más fuerza y prioridad en la desescalada a comarcas como Valdeorras o Verín, a lo que el Gobierno se niega.
- Autoconsumo: el minifundismo se ha castigado en una crisis que impidió durante semanas cuidar las huertas de miles de ourensanos, por estar a más de un kilómetro de casa.
