“La subida del iva para la cultura es como un asesinato, creo que es el final de una época'

La actriz Nuria Espert. (Foto: José Paz)
Lleva tanto tiempo sobre el escenario que, asegura, 'al final vida y profesión se confunden y se convierten en una sola cosa'. Fue Medea, Celestina o Lucrecia y esta noche será Regina Hubbard en 'La Loba', la primera mala que asegura interpretar 'y eso que he sido hasta asesina de niños'. Bajo la dirección de Gerardo Vera y acompañada, como subraya, 'por unos intérpretes magníficos', Nuria Espert, con el Centro Dramático Nacional y Juanjo Seoane, estrena la gira nacional de esta obra, escrita en 1939 por Lillian Hellman, en el Teatro Principal de Ourense.
¿'La loba' podría haberse escrito en los últimos cinco años?
Y esta misma mañana. Una Lillian Hellman inspiradísima habría escrito de corrido la obra sin cambiarle ni una sílaba. Desgraciadamante es actualísima porque habla de los comienzos de esa miseria moral en la que nos encontramos ahora y predice que se va a extender por el mundo entero. Habla de esa codicia obscena que vivimos, del que tiene tanto y quiere más, y asesina no sólo personas, a las que mata de hambre, sino ilusiones, y posibilidades de la gente.

¿Habiendo interpretado personajes tan poderosos, es posible desprenderse de ellos?
De las cosas que he sentido mientras estudiaba esos personajes no me quiero desprender, porque cuando tratas de meterte en la piel de alguien, no tienes más remedio que mirarte tú también por dentro. Cuando la desprecias a ella, te tienes que preguntar porque tú te sientes tan por encima. Eres la cara y la cruz de esa maldad. Me he ido desarrollando con mis personajes, envejeciendo con ellos y siendo capaz de preguntarme cosas cada vez más peligrosas.

¿Cuál debería ser actualmente la función del teatro'
La que ha tenido siempre, la comunicación de los seres humanos los unos con los otros, la imposibilidad de reproducción de eso que viven juntos en una sala, porque cada una de las funciones es única y diferente. Creo que el auge del teatro que se vive ahora en España, que veremos si va a poder continuar debido a las dificultades atroces que estamos atravesando, lo que ha ayudado a ese impulso espectacular ha sido el cansancio de las tecnologías, el tenerlo todo en casa, yo misma viajo cargada de aparatos. Todo eso crea un cansancio mental y espiritual y hace que los espectáculos en vivo creen unas emociones únicas. Esa es su misión, altamente cultural, como lo es la educación, porque educación y cultura son la misma cosa. Una educación sin cultura convierte a las personas en gente disociada que conoce una cosa y no sabe nada de la vida. La humanidad tiene dos vertientes: la historia llena de guerras, de sangre, de lucha, y la cultura, llena de entrega, de tesoros, de emoción, de sacrificios personales.

¿Corre la palabra peligro de perder su valor?
Lo está recobrando, quizás estaba devaluada hace 20 años. En este momento la palabra es sagrada, nos tiene que salvar. Puede ser un cuchillo, un hacha, como cuando el ministro de Educación y Cultura dice que el cine y el teatro no son cultura, sino ocio. Pero la palabra salva, las palabras de la gente que ya no están, nos han formado, nos han convertido en lo que somos. Las palabras nos guiaban hacia un humanismo y un desarrollo interior mayor, pero ahora vamos a ver, todo parece estar en standby

¿Qué supone la subida del IVA para la cultura?
Es como un asesinato, no sé como decirlo. Si se lo hubieran subido al fútbol pensaría, bueno, es el hundimiento de nuestra sociedad. Al subirlo sólo a la cultura, pienso que es como el final de una época.

¿Cree que le tienen miedo a la cultura?
No, tienen desprecio. Las palabras del señor Wert son de desprecio. Le han tenido miedo, aunque quizás nos tienen miedo en el fondo. No les hacemos ninguna gracia a ningún gobierno de ningún signo, porque saben que, de algún modo, nuestras palabras, de pronto pesan más que las suyas.
¿La concesión de subvenciones pudo haber sido un arma de doble filo?
La educación y la cultura están subvencionadas en todo el mundo civilizado, es como subvencionar la investigación, por supuesto que hay que hacerlo. Aquí se ha hecho poquísimo y por eso estamos retrasados con el resto de Europa, porque aunque España es un país de talentos individuales, para que todo el nivel del país suba, hace falta mucho dinero, dinero que se ha metido en otras cosas, desde la República hasta ahora.

¿Hay luz al final?
Si, los españoles, que no hemos tenido suerte en nuestra historia con nuestros mandatarios, siempre hemos salido de todo, hemos conseguido hacernos resistentes. Estoy segurísima de que salimos, pero no sé cuando, y no será pronto. Algunos daños van a ser casi irreparables. Recuperar eso que llamamos modernidad en el mejor sentido de la palabra va a requerir un esfuerzo titánico, veremos de dónde salen las fuerzas. n

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