FIN DE AÑO 2020

Supervivientes de la pandemia en Ourense

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photo_camera Pura Taín, Esteban Sánchez, Martín Rial e Isabel Quintana.
El año, extraordinariamente complicado, sirvió para dar a conocer historias de superación frente a las adversidades

Desde el inicio de la pandemia, muchas vidas se quedaron en el camino. Otras, sin embargo, pueden decir que son unas supervivientes que lograron vencer al virus pese a todas las dificultades. Ingresos, estancias en la UCI y lidiar con las secuelas son parte de muchos ourensanos que se vieron obligados a entrar en el campo de batalla y que hoy pueden contar su experiencia.

Afortunadamente, muchos son los casos de aquellos que superaron el covid-19 y una de las primeras en regresar a casa tras pasar por el CHUO fue Pura Taín, vecina de Zarracós (A Merca). Diez días pasó hospitalizada al inicio de la pandemia y los que la conocen, sabían que esa no era la suya. Salió entre los aplausos de los sanitarios que la cuidaron y para lo que sólo tenía palabras de agradecimiento en aquel momento. Con 84 años no se amilanó y logró volver a reunirse con sus seres queridos. 

A finales de marzo le confirmaron el positivo a Esteban Sánchez, un celador del CHUO al que no le quedó otra que dejar su puesto para centrarse en su recuperación por la que tuvo que estar ingresado y regresar a la primera línea. Un mes después, con el resultado negativo, volvió a cruzar la puerta de su hogar, algo que nunca le había sentado “tan bien”. Las mejor palabras, al igual que Taín, se las dedicó a sus compañeros.

En uno de los muchos brotes que se dieron en las residencias de mayores, que desafortunadamente se llevaron un elevado número de vidas, Julia y Carmen terminaron contagiándose. Estas dos hermanas, residentes de la Divino Maestro de la Fundación San Rosendo, vencieron unidas al virus con 90 y 88 años cada una, de la que no se libraron por pasar todo el tiempo juntas, según contaba la propia directora del centro. El negativo les llegó a finales del mes de abril, quedando esa etapa de sus vidas en síntomas leves para Julia y ninguno en el caso de Carmen. 

Entre todas estas historias, la de Laura Martínez llamó la atención. El 2020 sería su año, en el que se casaría con el amor de su vida. El covid sólo obstaculizó el camino de esta vecina de O Barco, que a sus 33 años, permaneció 21 días ingresada en la UCI y, tras ello, vinieron meses de intenso trabajo para tratar de  volver a ser ella. Lo mejor de todo, que en septiembre al fin pudo darle el sí quiero a su novio.

Antes de ese momento especial pudo disfrutar de otro no menos importante. Acompañada de Ángeles Puga, una vecina de Figueiredo (Paderne) que dejó atrás al covid, entregaron la Medalla de Galicia a los sanitarios gallegos en el mes de julio. Puga se enfrentó con 72 años al virus y a una estancia de 41 días en la UCI para recuperarse y vivir ese acto de reconocimiento hacia los profesionales que cuidaron de ella como de otras miles de personas. Una vez superado, aunque luchando contra los efectos del covid en sus cuerpos, ambas manifestaron la necesidad de disfrutar de esta segunda oportunidad que les dio el destino. 

Estos no son los únicos casos, también podríamos hablar de Martín Rial, de Antonio Blanco, de Álvaro Cortiñas, de Isabel Quintana o de otros nombres anónimos que lo superaron. Lo que no olvida ninguno de ellos es a todas esas personas desconocidas para muchos y cercanas para unos pocos que el virus apagó sus vidas.

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