La asfixiante alza de combustibles y otros gastos asociados a su sector ha llevado a los taxistas de la ciudad a pedir una actualización de tarifas para el 2023. Esta propuesta conlleva una subida de entre 5 y 7 céntimos por kilómetro y un cambio de modelo para adaptarse a la ley como ya han hecho grandes urbes, que sustituye la bajada de bandera actual por una tarifa mínima más alta en cada trayecto pero que incluye 1.500 metros de viaje. El Concello dio el visto bueno a la propuesta y ahora será la Comisión de Prezos de Galicia la que tenga la última palabra para aprobarla.
La bajada de bandera (cantidad mínima con la que empieza a contar cada carrera) actual es de 2,10 euros en tarifa 1 (días laborables), 2,88 euros (fines de semana y festivos) y 3,04 euros (tarifa nocturna). Con el futuro sistema, cada usuario pagará un mínimo de 4,25; 4,70y 4,99 euros. La diferencia estriba en que ahora el taxímetro comienza a correr nada más arrancar, mientras que con la nueva propuesta, se quedaría parado los primeros 1.500 metros (o tiempo de espera equivalente). En la propuesta, los taxistas también recogen una subida de entre 5 y 7 céntimos/kilómetro: “Se tiveramos que repercutir o que subiu o combustible, o dobre, e o que subiron os seguros…”, recuerda Francisco Álvarez, presidente de la agrupación de taxistas.
Ventajas
Álvarez puntualiza las ventajas del nuevo sistema. “A baixada de bandeira sería máis alta pero conleva unha distancia na que non se move o taxímetro. Hoxe, cando te montas xa empeza a contar. Se empezas no parque de San Lázaro e vas á residencia, con novo sistema non empezaría a correr ata pasado San Francisco. Ademais, sempre teriamos que ir recoller ao cliente con esa percepción mínima, sexa en Mende ou en Valle Inclán. Vai ser o mesmo prezo de recollida na parada de taxis que se te van recoller ás aforas”.