EN OURENSE

Taxistas en pie de calma

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photo_camera Carlos, Iván, Francisco Javier, José e Isaac, ayer en la parada de taxis de San Lázaro, en la ciudad.

El 25% de los taxistas ourensanos acudió, según sus cálculos, a la concentración celebrada en Santiago para protestar por la competencia "desleal" de empresas como Uber o Cabify. Mientras, en la ciudad, tranquilidad.

Los taxistas ourensanos se repartieron ayer el trabajo. Uno de cada cuatro se desplazó hasta Santiago para protestar por lo que consideran competencia desleal de plataformas VTC (vehículos de transporte con conductor). El otro 75% se quedó para trabajar "un poco más de lo normal", en palabras de uno de ellos, José María Carrera.

En Ourense no hubo huelga. Coger un taxi era tan sencillo como cualquier otro día. En ciudades como Madrid o Barcelona sí que fue imposible. En el fondo, la reivindicación de los taxistas, que consideran competencia desleal a plataformas como Uber y Cabify.

Entre los que se quedaron los hubo que lo hicieron por motivos de salud. O simplemente porque ni se enteraron. "De lo que se trata es de que todos cumplamos las leyes, así de simple", añade Carrera, para el que el día de ayer transcurrió "con un poco más de trabajo, pero no mucho más, no se crea, esto está igual de flojito que siempre".

Daniel de la Torre esperaba en la parada del Posío a eso de las 14,30 horas. Estaba él solo. "Estoy totalmente en contra de las plataformas VTC, no es normal que los taxistas paguemos lo que pagamos y ellos se vayan de rositas. Es una competencia desleal clarísima. Y otra cosa, la normativa dice que tienen que salir desde un garaje según les llame la aplicación y sin embargo los ves circulando por la calle".

Igualmente en el Posío, sólo que un par de horas antes, esperaba Fernando Araújo. Le habría gustado estar en Santiago, "sólo que por motivos de salud no puedo viajar mucho", se lamenta. "Nosotros estamos ayudando a levantarse a este país, pagamos autónomos, seguros, la liencia, para que esta gentuza se lleve el dinero fuera".

En el parque de San Lázaro esperaba una hilera de una decena de taxis al filo del mediodía. Uno de ellos era José Luis Gil. "Un día como otro cualquiera. A mí no me importa que aparezca ésta o cualquier otra plataforma, siempre y cuando trabajemos todos en las mismas condiciones".

David Fernández no era tan comprensivo. "Nos hacen competencia desleal, que paguen los mismos impuestos que nosotros", en tanto Julio Vázquez apuesta por "que el mundo del taxi siga como ha estado toda la vida en Ourense, para que podamos seguir viviendo decentemente". 

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