El cau­dal de los prin­ci­pa­les ríos se con­tie­ne pe­se a las in­ten­sas pre­ci­pi­ta­cio­nes de la Na­vi­dad

El temporal trae más lluvia y vientos fuertes en la montaña

El río Támega, desbordado a su paso por Oimbra. (Foto: Miguel Ángel)
La abundante lluvia que trae consigo una borrasca Atlántica despedirá la Navidad tal como la empezó en la provincia de Ourense: precipitaciones hasta el mediodía, rachas fuertes de viento en zonas de montaña -hasta 80 kilómetro por hora- y temperaturas suaves (máximas de 15 grados en la ciudad). De hecho, ayer hubo alerta amarilla por viento en las zonas más altas, alcanzando los 144 kilómetros por hora en Manzaneda.

Esta situación la propicia un nuevo frente activo que entró por el noroeste y que dejará hasta 40 litros por metro cuadrado en 12 horas en los concellos más al sur de Galicia (algo menos en Ourense).
Las lluvias caídas desde que comenzaron las fiestas navideñas mantienen aún cubietas las termas públicas de A Chavasqueira y Muíño da Veiga por la crecida del Miño a su paso por la ciudad, con un caudal que en la tarde de ayer alcanzaba los 582 metros cúbicos por segundo.
Los que sí se desbordaron el fin de semana fueron los ríos Caldo y Lobios, en el Concello de su mismo nombre. Los integrantes del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Lobios estuvieron muy atentos a la evolución del caudal durante el sábado y domingo, si bien el responsable Jorge Rodríguez reconocía que “están desbordados pero non entrañan ningún perigo”.
La crecida del Támega, a su paso por Oímbra, anegó el área recreativa de Rabal, quedando totalmente impracticable para el disfrute del vecindario. El caudal de este río anegó también fincas particulares de Laza y Castrelo do Val.
Los voluntarios de Protección Civil de Bande tuvieron que salir a mediodía de ayer a retirar un árbol que obstruía la circulación en la carretera entre Calvos y Corbelle.
En Allariz, trabajadores municipales mantenían las precauciones en el entorno del Arnoia a su paso por el municipio y, además del vallado en la zona de Vilanova, ayer procedían a retirar el mobiliario de la parte baja de las viviendas rurales de O Briñal. “O río está cheo, pero si sigue sin chover e non se derrite a neve da serra, penso que non aumentará o caudal”, comentaba el regidor, Francisco García.

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