Eduardo Pérez "Perreras" era vecino de Aniceto Rodríguez e Isabel Fuentes. Fue el primero en encontrarla herida en la vivienda
Eduardo Pérez "Perreras" y su esposa conocían bien a su vecino Aniceto Rodríguez e Isabel Fuentes. Ambos matrimonios pasaban muchas horas juntos. Por esta razón, el acusado lo escogió como parte de su ardid. A las 00.30 horas del 2 de abril de 2015, recabó su auxilio al grito de "Perreras que mataron a Isabel". Pero, según dice Pérez, su actitud fue extraña: "No entró en la casa, fui yo quien comprobó como Isabel, cuya sangre llegaba al techo, aún estaba con vida y llamé a la ambulancia y a Guardia Civil". De camino al hospital, "no dijo ni palabra".
El propio inculpado sabía que su vecino desconfiaba de él y por eso en la carta que escribió justificando su acción (crimen y tentativa de suicidio) hace reproches ("a culpa de todo a tivo o Perreras por decir todo o revés"). Para el aludido, un intento más de despistar porque "el bacalao lo sabía vender muy bien".
