TRIBUNALES | CRIMEN EN PETÍN

Testigos dicen que el holandés asesinado temía a sus vecinos

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photo_camera El alcalde de Petín, a la derecha, ayer en el juzgado.

Llegó a solicitar la autopsia de cabras muertas porque sospechaba que se las envenenaban

El fiscal Miguel Ruiz considera que, tras las declaración de varios testigos en dos días diferentes, quedó acreditado que Martin Albert Verfondern, el holandés afincado en Santoalla asesinado el 19 de enero de 2010, temía a la familia de "O Gafas", sus únicos vecinos, con la cual mantenía una relación muy conflictiva. Hasta el punto en que el "terrorismo rural" del que tanto hablaba la propia víctima, le llevó a denunciar al patriarca, Manuel Rodríguez, y su prole en alguna ocasión. La Justicia siempre respaldó a Martin y su esposa en sus reclamaciones.

El ministerio público llamó a declarar a 18 personas para tratar de acreditar el odio que sentían los dos investigados, los hermanos Julio y Juan Carlos Rodríguez González, por la víctima de cara a acreditar en el juicio el móvil del crimen. Según sostiene la acusación pública, actuaron "movidos por un odio derivado de los múltiples conflictos que mantenían con él por la gestión de la comunidad de Montes Cabeza de Vilariño, y tras perder todos los procesos judiciales, decidieron acabar con su vida". Entre los testigos que ayer desfilaron por el Juzgado de Instrucción 2 de O Barco estaba el veterinario al que acudió Verfondern para que realizara la autopsia de sus cabras muertas ante la sospecha de que estaban siendo envenenadas por sus convecinos de aldea, un extremo que no pudo acreditarse.

El alcalde, el más cauto

También compareció el alcalde de Petín, Miguel Bautista Carballo, para corroborar la declaración que prestó en su día ante los agentes de la Policía Judicial. En aquella ocasión, fue preguntado fundamentalmente acerca de su conocimiento de las diferencias que mantenían el holandés y los hermanos Julio y Juan Carlos Rodríguez González.

Miguel Bautista negó haber presenciado directamente ataques entre elos. “Non fun testigo de ningún enfrentamento”, y, según dijo, conoció las diferencias que mantenían por los medios de comunicación. Explicó que durante su breve estancia en las instalaciones del Juzgado fue consultado acerca de su opinión personal.

En esta ronda de declaraciones de testigos sólo falta por comparecer la esposa de la víctima, Margo Pool, quien está pasando en la actualidad unos días en su país natal.
 

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