Sufrir lumbalgias, ansiedad o ser analfabeto, entre las 413 alegaciones para evitar juzgar a otra persona

‘La timidez me impide ser jurado’

Un momento del sorteo de los miembros del jurado, realizado por un programa informático. (Foto: Archivo)
¿Intentaría escaquearse si es elegido para participar en un jurado popular? La responsabilidad que supone determinar si una persona es culpable o inocente de un delito hace que muchas personas -413 de las 2.500 preseleccionadas- presenten alegaciones para evitar ser jurado. Muchas de estas excusas están completamente fundamentadas -ser mayor de 65 años o tener personas dependientes a su cargo, entre otras- pero otras son, cuando menos, curiosas al alegar timidez, ansiedad e incluso lumbalgias.
‘Cualquier vecino le puede decir de mi carácter tímido y retraído. Mi estado de nervios se agudiza con cualquier labor distinta que no sea la mía de agricultor’. Esta es una de las 413 alegaciones presentadas en el Decanato del Pazo de Xustiza como excusa para intentar evitar ser jurado popular, después de que el pasado mes de septiembre se eligiera a los 2.500 preseleccionados para ejercer como jurados en los próximos dos años. De estas excusas, sólo 32 fueron desestimadas al considerar que no eran motivo para estar exento de este deber ciudadano.

La gran mayoría de las alegaciones -240- provenían de mayores de 65 años, una de las razones contempladas en la ley para poder excusarse. También hubo quien recurrió a su profesión para evitar tener que enjuiciar a otra persona. Las fuerzas de seguridad y las profesiones judiciales son algunas de las incompatibilidades previstas para actuar como jurado popular, aunque el Decanato estimó también alegaciones de otros ‘gremios’, como la de una monja de clausura o la de varios empleados y autónomos que acreditaron que, de tener que ejercer como jurados, sus trabajos quedarían desatendidos, causando el lógico perjuicio para su empresa.

La puntería del programa informático que realizó el sorteo entre las personas que aparecen en el censo electoral hizo que una madre y un hijo fueran preseleccionados como jurados. Ambos alegaron que regentaban un negocio familiar en el que, si faltaban los dos, no habría nadie para atenderlo, de forma que la alegación de la madre fue estimada. También lo fueron aquellas en las que quedaba demostrado que los seleccionados tenían personas dependientes a su cargo y la de una madre de dos niños de corta edad que alegó que, en caso de ser llamada para un jurado, no tenía con quién dejarlos.

Curiosidades

Las excusas presentadas demuestran también que las pocas ganas de cumplir con esta ‘misión’ agudizan el ingenio. Al igual que el que alegaba timidez, hubo quien explicaba -sin un certificado médico que lo acreditara- que sufría trastorno de ansiedad y ataques de pánico y que se agudizaban ‘con cualquier situación de estrés’, como podría ser la de determinar la culpabilidad de una persona. También hubo quien intentó excusarse por padecer lumbalgia y vértigos y quien recurrió a su supuesto síndrome depresivo ansioso para evitarlo. Varias personas alegaron, además, que no sabían escribir ni leer y alguno incluso optó por adelantar su falta de imparcialidad en caso de participar en un hipotético juicio, al trabajar en la rehabilitación de drogodependientes.

Del mismo modo, varias alegaciones estaban motivadas en que la persona seleccionada reside fuera de la provincia o del Estado. Quedaron excluidos, además, las personas que alegaron discapacidad intelectual o la imposibilidad de seguir el desarrollo del juicio, como ser sordomudo.

Pueden excusarse antes del juicio

Varias de las alegaciones presentadas eran de personas que cumplen 65 años en 2009. Estas excusas fueron desestimadas, aunque estos preseleccionados podrán alegarlo una vez cumplan los 65 si no fueron citados antes para participar en el jurado.

Y es que lo que ha habido hasta ahora es una preselección para los jurados de los dos próximos años. Es decir, muchos de los preseleccionados no serán llamados a participar, dado que se celebran muy pocos juicios con jurados en Ourense. Además, en caso de ser citados, podrán presentar alegaciones por si se ha producido en este plazo de tiempo alguna circunstancia que haya variado su situación y lo haga incompatible. Por esta causa es por la que se elige a tantas personas en el sorteo.



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