Cerca de un centenar de trabajadores de centros sanitarios privados se concentraron ayer como protesta por la negativa de las empresas a negociar un convenio colectivo con mejores condiciones laborales (jornada, libranzas...) y salarios dignos, lo que calificaron de abuso ante la falta de competencia en la provincia de Ourense, explicó el portavoz sindical José Rodríguez Alonso.
La concentración fue convocada por los sindicatos UGT, CCOO, CIG y CSI-CSIF ante la sede de la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) y reunió a casi cien trabajadores en representación de los 500 de toda la provincia empleados en 90 clínicas dentistas, consultas y centros hospitalarios privados.
Rodríguez Alonso, portavoz de UGT-Sanidad, explicó que el primer convenio laboral de este colectivo se firmó en 2005 y el segundo comenzó a negociarse en enero de 2008, tras caducar el anterior, pero sólo se consiguió que las empresas aceptasen aumentar el IPC al anterior convenio.
Nóminas de 600 euros
Ahora nos encontramos con situaciones penosas, como la de una auxiliar de enfermería que cobra en Ourense 640 euros brutos al mes, frente a una colega del sistema público que cobra el doble neto, mientras que las consultas privadas en la provincia cuestan a los pacientes lo mismo que en el resto de Galicia.
Las empresas sanitarias privadas, según el sindicalista, alegan inestabilidad del sector para mantener salarios ridículos, inestabilidad que no existe porque los conciertos con la sanidad pública desvían cada año más trabajo a los centros privados.
Rodríguez Alonso, portavoz de UGT-Sanidad, explicó que el primer convenio laboral de este colectivo se firmó en 2005 y el segundo comenzó a negociarse en enero de 2008, tras caducar el anterior, pero sólo se consiguió que las empresas aceptasen aumentar el IPC al anterior convenio.
Nóminas de 600 euros
Ahora nos encontramos con situaciones penosas, como la de una auxiliar de enfermería que cobra en Ourense 640 euros brutos al mes, frente a una colega del sistema público que cobra el doble neto, mientras que las consultas privadas en la provincia cuestan a los pacientes lo mismo que en el resto de Galicia.
Las empresas sanitarias privadas, según el sindicalista, alegan inestabilidad del sector para mantener salarios ridículos, inestabilidad que no existe porque los conciertos con la sanidad pública desvían cada año más trabajo a los centros privados.
