MAGOSTO 2014

Una tradición pasada por agua

Ourense. 11-11-14. Local. Magosto na praza maior de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Magosto na praza maior de Ourense.

Muchos ourensanos optaron por festejar su magosto en recintos cerrados, como las propias casas o en entidades como el Liceo, para socios 

La celebración del magosto este año ha requerido de los ourensanos un nuevo valor: a las ganas de pasarlo bien, del buen humor y de la alegría, han tenido que sumar la valentía. Y es que desafiar al agua y al frío de la tarde de ayer también tuvo su mérito.

Pero los ourensanos lo hicieron. Las largas colas que se crearon para conseguir el bollo preñado, las castañas y el vino dejaron claro que la tradición, con o sin paraguas, seguirá adelante. La Praza Maior, donde tuvo lugar el magosto municipal, mostraba en el centro una gran hoguera en la que sin descanso se fueron asando las castañas. Al mismo tiempo, muchos de los asistentes aprovecharon para acercarse al fuego y así recibir un poco de calor.

El Concello repartió mil kilos de castañas, dos mil bollos preñados y cuatro mil litros de vino. En los pocos ratos que la lluvia ofrecía una pequeña tregua, los asistentes al magosto aprovechaban para degustar las viandas, aunque los soportales de la Praza Maior brindaban un excelente y cotizado refugio para poder cerrar el paraguas y librar las manos para atrapar la comida. Aunque muchos también optaron por introducir los manjares en una bolsa y llevárselos a su casa o a un lugar más cálido, donde compartirlos con amigos y familia.

Por aquello de que al mal tiempo buena cara, la música se movió por las calles de la ciudad para amenizar la velada y poner el punto de la alegría. Los más pequeños tuvieron talleres de actividad. Así que, con o sin agua, hubo magosto.

Pero no fue el único que ayer se celebró. En el Liceo de Ourense, un poco más resguardados, los socios y amigos de la entidad también tuvieron su fiesta tradicional. Y es que las buenas costumbres no deben perderse nunca.

En Newark

En la provincia se sucedieron otros magostos, a pesar de que en la práctica totalidad de las villas no fue un día festivo. Desafiaron el mal tiempo, salvo en O Barco donde fue suspendida la celebración. También el baloncesto se unió a la tradición, y en el partido del COB contra el Huesca, se repartieron castañas.

Pero esta celebración no sólo se circunscribe a Ourense, porque ya se sabe que eso de la morriña es algo muy real. Así que tanto el Centro Galego de Gales, como el Centro Ourensano de Newark, en Estados Unidos, se unieron a la celebración y compartieron esta unión con sus raíces, a través de las redes sociales.Aunque algunas viandas se adaptan al país de residencia y permitan alguna variación, lo que no faltó en ninguna de estas fiestas, fuese en el punto geográfico que fuese, fueron las castañas, porque sin ellas no hay magosto.

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