Las infracciones administrativas y penales por circular con más alcohol del permitido son imparables. Hasta el punto en que esta incidencia representa ahora mismo el principal problema en materia de seguridad vial, con una media de 8,2 denuncias al día, tramitadas en controles preventivos, en accidentes de tráfico o cuando el conductor ha infringido las normas de circulación. Basta reseñar que la ratio o media nacional no llega a un positivo por impregnación alcohólica por cada 100 pruebas realizadas, cuando en la provincia de Ourense -con datos de 2012- fue de 2,1.
El pasado año, Tráfico denunció a 3.015 conductores por circular ebrios, superando así los 2.980 de 2011, esto es, 200 más que los sancionados en 2010. En 2008 y 2009, apenas superaban los 2.200. Ni la campañas de prevención ni las sanciones (tanto administrativas como en el ámbito judicial si la tasa rebasa los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado) parecen calar en la concienciación de los conductores. Sin olvidar, las consecuencias más graves que puede reportar la embriaguez en la carretera si hay un accidente de tráfico por medio. Así, según datos oficiales, una media de 4,5 conductores al mes no superaron el test al que se los sometió tras verse implicados en algún siniestro automovilístico.
De los algo más de 3.000 pruebas positivas, 430 fueron delictivas al superar con creces la tasa permitida, de ahí que los conductores acabaran siendo imputados en un delito contra la seguridad del tráfico.
A veces, incluso, el conducir ebrio llega a costar alguna vida. El pasado año, por ejemplo, el alcohol estuvo presente en al menos tres accidentes de tráfico mortales, un cifra que puede aún aumentar porque faltan los datos de las autopsias de los últimos fallecidos.
PERFIL
Respecto al perfil, el varón mayor de 40 años sigue acumulando con mucho la mayor cantidad de denuncias.'El perfil del bebedor habitual, el más peligroso, que conduce es un hombre de entre 40 y 60 años, que por la edad y cultura es complicado que cambie de un día para otro sus hábitos', valora el jefe provincial de Tráfico, David Llorente. De hecho, en estos últimos años alguno de ellos ya ha pasado por prisión por multirreincidente.
El pasado año, además, 18 personas fueron denunciadas al juzgado por su negativa a realizar la prueba de alcoholemia, lo que, a la postre, también constituye un delito.
De los algo más de 3.000 pruebas positivas, 430 fueron delictivas al superar con creces la tasa permitida, de ahí que los conductores acabaran siendo imputados en un delito contra la seguridad del tráfico.
A veces, incluso, el conducir ebrio llega a costar alguna vida. El pasado año, por ejemplo, el alcohol estuvo presente en al menos tres accidentes de tráfico mortales, un cifra que puede aún aumentar porque faltan los datos de las autopsias de los últimos fallecidos.
PERFIL
Respecto al perfil, el varón mayor de 40 años sigue acumulando con mucho la mayor cantidad de denuncias.'El perfil del bebedor habitual, el más peligroso, que conduce es un hombre de entre 40 y 60 años, que por la edad y cultura es complicado que cambie de un día para otro sus hábitos', valora el jefe provincial de Tráfico, David Llorente. De hecho, en estos últimos años alguno de ellos ya ha pasado por prisión por multirreincidente.
El pasado año, además, 18 personas fueron denunciadas al juzgado por su negativa a realizar la prueba de alcoholemia, lo que, a la postre, también constituye un delito.
