Fomento aún no ha ratificado la variante exterior, que es el único subtramo de la conexión con la Meseta todavía sin obras

La tramitación del acceso del AVE a Ourense lleva paralizada año y medio

Viaducto del Arnoia, de 1014 metros de longitud.
Las obras para la construcción de la nueva línea de alta velocidad entre Ourense y la Meseta se extienden ya a lo largo de todo el recorrido, con la única excepción del acceso a la ciudad.
Es la incógnita del trazado entre Taboadela y Ourense la que previsiblemente se resolverá por parte de Fomento porque constituye el único subtramo de la línea en el que todavía no comenzó la ejecución, y en el que no se han realizado avances en el último año y medio. Una circunstancia que ha motivado dudas sobre la construcción del recorrido previsto, la llamada 'variante exterior', un acceso que cuenta con un amplio apoyo en la ciudad.

Desde el año 2009 -y fruto de una demanda con un amplio respaldo social en Ourense-, Fomento tenía previsto acometer el acceso a Ourense por la 'variante exterior', un recorrido de 17 kilómetros que bordea la ciudad, minimizando la afección sobre la trama urbana. Ese proyecto cuenta con la declaración de impacto ambiental aprobada desde el 10 de diciembre de 2011, trámite que permitía proceder a la aprobación definitiva del trazado en el plazo de uno o dos meses. Sin embargo, transcurrido prácticamente un año y medio, el ministerio aún no ha ratificado el trazado.

Asimismo, a principios del presente año, BNG y PSOE alertaron de que Fomento estaba planteando un cambio del recorrido para descartar la 'variante exterior' y realizar el acceso a Ourense a través del actual trazado, que no cumple los requisitos para poder ser considerado una línea de alta velocidad (el tren no podría circular a más de 100 kilómetros por hora) y causa un grave impacto en la ciudad. Las dudas sobre la recuperación de esta alternativa no fueron disipadas por Fomento pues, a pesar de que desde el ministerio aseguraban que seguían en redacción los proyectos constructivos, y nunca llegó a descartar la opción de que se retomase el acceso por el centro. En todo caso, representantes políticos, empresariales y sociales se posicionaron en defensa del acceso exterior.

Desde Fomento cuestionaron, además, el alto coste del trazado. Aunque el estudio informativo lo sitúa en 500 millones de euros, la ministra indicó en una comparecencia en el Senado que se elevaba a 700 millones. Los empresarios, no obstante, han asegurado que ambas cifras no se ajustan a la realidad y, según estimaciones, el coste real no debería sobrepasar los 300 millones.

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