Don Ramón Otero Pedrayo, pionero en 1926 en la redacción de guías sobre Galicia , se pone de nuevo a la tarea de escribir una guía de su provincia por encargo de la editorial madrileña “Everest”, en 1969.
En 160 páginas don Ramón cuenta lo mucho que sabe sobre su ciudad aconsejando que “para obtener una visión sugerente de la historia y paisaje de la ciudad, es necesario recorrer los alrededores de breves y bellos acordes, viñedos, pázos y huertos”, dejando ver su gusto y preferencia por el paisaje rural que él tan bien conoce como destacado geógrafo y estudioso del paisaje. Además de llamar la atención sobre la belleza de la presencia de la piedra en edificios y calles, don Ramón informa sobre la economía rural en la que destaca la importancia de los aserraderos y el ganado.
Dado su tamaño, esta guía resulta más informativa para el turista que la “Guía de Galicia” de 1926 del mismo autor, en temas como lo que el visitante debe comer: “empanada, cocido, filloas, anguilas…”, lo que debe beber: “vinos del Ribeiro, Monterrey y Valdeorras”. También informa al turista de que la ciudad cuenta con 13 librerías, 6 estaciones de servicio (a los que suma 11 más en el resto de la provincia), 5 cines, 5 Salas de Fiesta; “Áuria”, “Café-Club”, “Tamanaco”, “Whisky-Club” y “Gaimóla”.
Destaca la caza
Don Ramón destaca que la provincia cuenta con cotos trucheros y se pueden cazar conejos, perdices, corzos y jabalíes, atractivos para pescadores y cazadores que en los años sesenta destacaban las guías de la época .
Las abundantes fotografías de esta guía eran facilitadas por el Ministerio de Información y Turismo realizadas por varios fotógrafos nacionales, entre ellos el magnífico catalán Catalá Roca .
Una intensiva vida mercantil
El cuentista-periodista-gastrónomo, el gran don Álvaro Cunqueiro, se sumaba en 1967 a la larga relación de escritores e intelectuales a los que las instituciones y las editoriales encargaban la promoción turística de sus lugares de origen. Y eso es lo que hizo don Álvaro, una guía dentro de la colección “Rutas de España” sobre las cuatro provincias gallegas, de la editorial madrileña Publicaciones Españolas. Recuerda el autor que Galicia es “la tierra de los mil ríos y el paraíso del pescador de caña”. A los gallegos los describe como “pueblo nostálgico que ama el dulce reino de la tierra, gusta de la buena mesa y del alegre vino, de cantar y bailar, de andar en romerías”.
Más que una guía tal y como la consideramos hoy, es este libro una narración muy personal sobre lugares de Galicia, hecha sin demasiado esfuerzo. Ni el autor ni la editorial se molestaron en facilitar datos sobre hoteles o restaurantes, ni horarios ni ningún tipo de servicios. Lo que importaba era que un autor respetado y admirado más allá de Galicia ensalzara las maravillas de su tierra.
En las 32 páginas dedicadas a Ourense concentró Cunqueiro todos los tópicos turísticos de los años sesenta. Para él, Ourense es una ciudad “de intensa vida mercantil” en la que destaca como lugares a visitar la Burga, la Catedral y poco más. Sus recomendaciones pasan por hacer excursiones a Oseira, Santa Comba de Bande, Xinzo -“el único lugar de Galicia donde veranea la cigüeña”, escribe-, a Allariz a ver la Virgen Abrideira, Baños de Molgas -“donde se curan los artríticos de todo el país”-, San Esteban de Ribas de Sil -“en donde los malvises cantan como en ningún otro lugar”- y Celanova y su hermosa plaza, a la que califica de “una pequeña Compostela”. Apenas añade fotografías. La guía se vendía a 80 pesetas.
