Entiende que el jurado, que obvió la versión policial, ‘no actuó de manera sorprendente o absurda’

El Tribunal Superior confirma la absolución del acusado de un homicidio en la Praza do Trigo

Wahrani Majen Abdul, a su llegada al Juzgado para declarar tras su detención. (Foto: Archivo)
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha confirmado la absolución de Wahrani Majen Abdul de un delito de homicidio. El hombre había sido considerado no culpable por un jurado que no dio credibilidad a las declaraciones policiales.
No se creyó la versión de los policías que investigaron la muerte de Miguel Ángel González Ferreiro en la Praza do Trigo de la ciudad ni consideró concluyentes los informes forenses. Sin embargo, ‘el jurado no ha actuado de manera injustificada, sorprendente o absurda, en definitiva, de manera arbitraria’. Así lo considera la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza, que confirma la absolución de Wahrani Majen Abdul del delito de homicidio por el que fue juzgado en la Audiencia el pasado noviembre. El fallo puede ser recurrido ante el Supremo.

El tribunal afirma que ‘los jurados llegan a una conclusión fáctica que no coincide con las propuestas por las partes, pues por un lado entienden que el acusado clavó a la víctima el cuchillo de grandes dimensiones que le causó la muerte (tesis de las acusaciones), pero que él no portaba el cuchillo sino que era el fallecido el que lo llevaba y causó lesiones al acusado antes de recibir la puñalada mortal, la cual fue efectuada por el acusado al defenderse’. Con esta versión de los hechos, los magistrados consideran que, a diferencia de lo que dicen los recurrentes (fiscal y acusación particular), el veredicto está suficiente motivado. Afirman que ‘motiva sucintamente pero de manera clara la valoración probatoria que les conduce a dictar un veredicto de inculpabilidad. Y lo compartimos, porque a poco que nos percatemos, el veredicto tiene en su conjunto una coherencia interna que lo aleja de toda idea de arbitrariedad e irracionalidad’.

La sentencia apunta que ‘no es de extrañar que no estimase convincentes las declaraciones de los dos testigos’, dada ‘la más que posible parcialidad de sus declaraciones al estar implicados en los hechos’ y también que ‘el itinerario por donde dice uno de ellos que escapó corriendo el acusado no se corresponde con el lugar donde se encontró posteriormente el cuchillo’. Además, afirma que ‘tiene su lógica’ pensar que las pruebas forenses no fueron suficiente mente categóricas ‘puesto que por un lado esclarecen que el fallecido no mostraba heridas de defensa y por el contrario constatan que el acusado sí sufrió heridas’. Los magistrados también ven ‘su lógica’ a la falta de credibilidad que el jurado dio a los policías. ‘Partiendo de una más que probable contradicción, el confusionismo entre navaja y cuchillo, el lugar donde fue encontrado éste y las lesiones sufridas por el acusado no es de extrañar que los jurados no estimasen creíbles la mayoría de las declaraciones’.


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