“O Trompas for president!"

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photo_camera Los diversos Trump se hicieron ver en el Entroido.

Un disfraz imprescindible en los eventos del Entroido ourensano es el del actual presidente americano. "Los Trump" que recorrieron Ourense dejaron discursos, chistes y hasta el muro. Pero sobre todo, sátira y diversión.

O Trompas', 'O Trampas', 'O Americano' o simplemente, Trump. Los apelativos entroideiros adjudicados al dirigente de EEUU no tienen fin para el que es ya, el "presidente" del Entroido ourensano 2017.

Ha paseado (y lo han paseado)por todos los desfiles de la provincia. El disfraz imprescindible de este año lleva corbata, americana y peluca rubia. Que tantos ‘Trump’ circulasen por Ourense es cosa del Entroido.  Cómo es la sátira, que trampea la realidad. 

Así es que algunos pudieron ver cómo el presidente charlaba amistosamente con unos mexicanos en el Casco Vello. Lo hacía sin soltar de la mano su teléfono ochentero de la Casa Blanca. Esto contradice claramente las informaciones que dicen que el americano usa su viejo teléfono Android fuera de la Casa Blanca, desafiando su seguridad. Será también el Entroido, que permite que el aparato viaje del Despacho Oval hasta Ourense.

Desapercibido no pasó en la Voda da Pita de As Eiroás. El novio le pidió que convenciera al cura para que oficiara la ceremonia. Trump lo consiguió, y de paso, dejó alguna que otra perlita durante el discurso: “Yo dar con sacho a mexicano”, por ejemplo.

No fue la comparecencia más sonada del presidente en la provincia. Lo saben bien los verinenses. Un desternillante vídeo con la figura de Trump y una voz en off en gallego explica al detalle la operación antidroga llevada a cabo en la villa hace unas semanas. “Aínda hai sete ou oito persoas máis dentro. Que liada, rapaz”, comentaba el Trump de la zona. Después se fue al desfile, pero tuvo que compartir protagonismo con Urdangarin en las comparsas.

Promocionó “Construcciones Trump” en el desfile de Barbadás y se llevó a unos operarios del muro al de Esgos.  

A Seixalbo acudió más serio, en semblante y en vestuario. Corbata roja, americana con pin patriota y una simpática mexicana de acompañante. En la ciudad, prefirió desfilar con Melania, su esposa. 

Sacó pecho en A Veiga, cuando lo fotografiaron con la gabardina mojada por la lluvia. Para este desfile optó por una alegre corbata fucsia, un sentimiento que poco le duró en Xinzo. Allí, menos condescendientes, llevaron a Fidel Castro para que pasease la cabeza del presidente durante el desfile, ante la atenta mirada de los limianos.

A trompos con Trump anduvieron en As Teixugueiras. En esta aldea de Cartelle se celebra uno de los carnavales rurales más ancestrales. Cada año, los vecinos tallan su Meco en un tronco recién serrado en el monte. Si en el pasado Entroido fue “O Coletas”, esta vez, le tocó el turno al presidente americano. 

"Quen é? O Trompas?", pregunta el vecino que prepara la bendición del Meco. "O trampas, home!", le replica un paisano. "O americano! O Trump! Pois que así sexa", aprueba el sobrenombre el que bendice con vino. Y bautizado quedó, en As Teixugueiras y en toda la provincia, el presidente del Entroido ourensano.

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