EN OURENSE

El urbanismo o la gestión económica retan al próximo alcalde ourensano

Uno de los plenos llevados a cabo en la anterior legislatura.
photo_camera Uno de los plenos llevados a cabo en la anterior legislatura.

La sociedad civil demanda ejecutar un plan integral de obras, poner al día las concesiones, empujar el termalismo o aplicar una nueva política de movilidad

El estudio de los principales indicadores socioeconómicos publicado esta misma semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejaba que Ourense tiene aún terreno por delante para recuperar la fortaleza perdida durante la grave crisis económica y el próximo alcalde de la ciudad y su gobierno, todavía una incógnita por la dura negociación que se espera, se encontrarán sobre las mesas de sus despachos una larga ristra de asuntos en busca de una solución.

Temas tan farragosos y complicados como el urbanismo, con la llave maestra del Plan Xeral de Ordenación Municipal en una encrucijada de difícil salida, o la hacienda municipal envuelta en un galimatías por las sucesivas prórrogas presupuestarias desde 2015 y que obligan a recurrir a parches continuos, son claves, cuestiones en boca de toda la sociedad ourensana, en la que la mayoría de representantes también pone el foco en que el mandato que está a punto de comenzar y que se prolongará hasta 2023 obliga a actuar en ámbitos como el termalismo, concesiones de servicios públicos, obras e inversiones o el diseño de la movilidad.


Economía y personal


"Sin lugar a dudas, y en el período más breve de tiempo debe solucionarse", así responde el profesor de Economía Aplicada Alberto Vaquero a la pregunta de si un nuevo presupuesto es el asunto más urgente que debe abordar la futura Corporación. Y es que el de Ourense es un caso casi único entre las grandes ciudades españolas, ya que las últimas cuentas aprobadas, no sin complicaciones, salieron adelante en noviembre de 2014, con apenas un mes para ejecutarse, y fueron automáticamente prorrogadas el 1 de enero de 2015, igual que los cuatro años siguientes.

"Es un completo encorsetamiento, que supone cierta parálisis y que afecta especialmente a las inversiones, pero también a convenios con asociaciones", añade Vaquero, que pone sobre la mesa también la posibilidad, una vez que ya ha transcurrido medio año y que los plazos de aprobación no serán cortos, el escenario de pensar ya en los presupuestos de 2020 y que puedan aplicarse desde el 1 de enero.

Unas cuentas serán también garantía para publicar una Oferta Pública de Empleo que permita dotar con personal especializado los diferentes departamentos municipales, frenando la sangría en cuerpos como Policía Local y Bomberos, con un importante déficit de efectivos.


Obras


Aunque no ligada exclusivamente a la maraña presupuestaria que vive el Concello, esa situación ha complicado notablemente la ejecución de obras demandadas por los vecinos. PP y PSOE consiguieron ponerse de acuerdo durante el mandato para impulsar un plan de inversiones de casi 13 millones, pero la ejecución del mismo no ha sido para nada la deseable, con una larga lista de actuaciones en el tintero para las que hubo que dotar de nuevo fondos a finales de 2018, dinero en la caja, pero todavía bloqueado por la demora en la liquidación del presupuesto.

El mantenimiento de calles o los primeros sistemas mecánicos para salvar desniveles están ya en cartera pero deberán realizarse los procesos de contratación para que las máquinas puedan arrancar, algo que afecta también a la Plaza de Abastos número 1.

"Pediremos o dos últimos anos, sacar á cidade da parálise. Que o plan de obras siga e que haxa máis, estamos peor que o resto de lugares. Ourense necesita unha volta urxente", asegura la presidenta de la Agrupación vecinal Miño, Lorinda Fernández.


Urbanismo


La joya de la corona, considerado por colectivos como empresarios o constructores el "click" para dinamizar la actividad económica, es el Plan Xeral de Ordenación Municipal, un instrumento que ha sido un pimpampum entre los grupos políticos durante los últimos cuatro años y que fue aprobado provisionalmente por el PP hace un mes con todo el mundo en contra. La decisión que tome el nuevo gobierno, bien sea interponer un recurso, permitir el examen por parte de la Xunta o paralizarlo será una de las claves de las primeras semanas de mandato.

"El Plan Xeral tiene que contemplar suelo para superficies comerciales para que vengan marcas, no focalizarlo solo en viviendas", sugiere el nuevo presidente del Colegio de Arquitectos, Rafael Castro.

Además, el urbanismo de los próximos cuatro años también precisa una actualización del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Vello.


Termalismo


El planeamiento del Casco Vello prevé abarcar también todo el ámbito de As Burgas, cuyo plan especial se vino abajo por sentencia judicial en este mandato. Con los datos del caudal de las surgencias termales sobre la mesa y la vieja cárcel pidiendo a gritos una intervención, el Concello debe determinar el futuro de esa zona, un símbolo, y convertirlo uno de los grandes reclamos para los visitantes.

En As Burgas, con la piscina termal funcionando, esperan su turno equipamientos preparados desde hace años como los apartamentos turísticos, la tienda o la cafetería. Sacar adelante un sistema de gestión integral de todo este ámbito es otro de los retos del próximo gobierno.

"Llevamos muchos años sin tener equipamientos que permitan potenciar la marca Ourense, capital termal. No hay oferta hotelera de calidad junto a las aguas termales y es un grave problema", reflexiona el profesor universitario Alberto Vaquero.

En este ámbito, la recuperación de A Chavasqueira, que perdió su complejo termal en el incendio del 24 de abril , y la apuesta por la zona del matadero emergen como otros desafíos para los próximos cuatro años.


Servicios públicos


El mencionado matadero no será de una de las concesiones de las que el Concello tenga que preocuparse, al finalizar hace meses el contrato, pero eso no evita que la prestación de los diferentes servicios públicos sea también una cuestión a abordar por el próximo gobierno.

Hay una larga lista concesiones en precario desde hace años como el transporte urbano, el mantenimiento semafórico o la grúa y ORA, que provocan que se preste un servicio totalmente obsoleto y que ha quedado desfasado en algo tan básico como las rutas y líneas de autobús dejando a barrios como o Couto o San Francisco prácticamente aislados.

Además, se antoja obligatorio abordar la renovación de los contratos del agua y del servicio de ayuda a domicilio, cuyos contratos vencieron hace relativamente poco y que, en el caso del primero, supone una de las principales concesiones que manejan las administraciones locales (la última se adjudicó en la década de los 90). Seguir en el mismo régimen o estudiar la gestión directa son temas que se han puesto sobre la mesa.

A corto y medio plazo también será imprescindible analizar otra de las concesiones "estrella", la limpieza y recogida de basura, que fue adjudicada en 2010 con una vigencia de una década y que cuesta unos 10 millones de euros cada ejercicio.

"Hay servicios deprimentes, como el del autobús, que estamos pagando una millonada cada año y no hay ninguna mejora. Hace falta sobre todo un equipo que gestione", comenta el presidente de la Federación Limiar, Manuel Mosquera.


Regulación anticuada


Desfasadas han quedado algunas normativas municipales que precisan una clara renovación para adaptarse a los cambios sociales y de la ciudad, temas que fueron abordados sin éxito estos cuatro años.

Así, las ordenanzas de limpieza y terrazas, que se aprobaron a finales del siglo XX, son reclamadas recurrentemente por los colectivos vecinales, que también inciden en la necesidad de regular la práctica del botellón, con un texto ya sobre la mesa que no pudo ser aprobado al debatirse en el penúltimo pleno del mandato, condicionados todos los partidos por el escenario electoral.


Movilidad


El próximo alcalde también se encontrará con la tramitación en marcha de la ordenanza de accesibilidad, muy ligada a cuestiones como las terrazas hosteleras, también por regular, pero sobre todo a la movilidad, una materia que ha copado gran parte del debate político en estos cuatro años, coincidiendo en esencia todos los grupos en trabajar para conseguir una ciudad más pensada en el peatón.

Manuel Mosquera pone el foco en un asunto que preocupa especialmente al movimiento vecinal, los parkings disuasorios, "algo que es muy necesario y se puede hacer sin muchas complicaciones".


Comercio local


La delicada situación del comercio local ha sido un tema habitual durante la campaña, ya que el goteo de cierres en el sector amenaza una actividad clave para la economía local. "Tenemos una necesidad enorme, hace falta rebajar tasas municipales, un transporte metropolitano en condiciones y aparcamientos", expone la presidenta de la Federación de Comercio, Beatriz Gómez, que anima también a tomar medidas contra la venta ambulante y a potenciar campañas como la navideña. 

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