La junta general finiquitó la actividad, que no la sociedad urbanística, en espera de mejores tiempos

Urbaourense se cierra sin haber cumplido los objetivos

Imagen de la última reunión de la junta, ayer. En primer término, José Cudeiro y Manuel Baltar. (Foto: MIGUEL ANGEL)
La junta general de Urbaourense formalizó ayer lo anunciado en el mes de junio pasado por el presidente de la Diputación, Manuel Baltar: la desaparición, aunque con matices, de la sociedad urbanística dependiente de la institución provincial y concebida por el anterior responsable, Baltar Pumar, para gestionar suelo y vivienda protegida en la provincia.
En realidad, Urbaourense, con dos empleados (un arquitecto y un administrativo) y un gerente que recibieron ayer mismo la carta de despido, seguirá formalmente 'viva' a efectos fiscales pero carecerá de actividad y, por supuesto, de sede. Es un cambio con respecto a los planes iniciales de la Diputación, aconsejado por el abultado patrimonio que posee y que conservará en espera de mejores tiempos, antes que malvenderlo; pero el efecto, el cese de actividad y la supresión del consejo de administración, es el mismo.

La reunión de ayer puso fin a una iniciativa que no logró cumplir sus objetivos -la venta de suelo en Mariñamansa y O Couto no tuvo compradores, y el parque empresarial de Nogueira tampoco tiene sus parcelas vendidas, además de que aún deben completarse los accesos- pero que llegó a tener actualmente un capital de 22.282.320 euros, los 500.000 en metálico con los que se constituyó en 2008 y la adscripción, en especie, de las parcelas de la Diputación resultantes de la operación urbanística de las fincas Santamarina y Miramón, en Mariñamansa. Un intento de enajenar esos solares no llegó a buen término, quedó desierto porque las cantidades ofrecidas, ya en plena crisis, eran muy inferiores al valor real de las parcelas.


EL FUTURO

Tras la reunión de ayer, el gerente de Urbaourense, José Cudeiro, sobre el que ha puesto sus ojos la oposición nacionalista porque lo relaciona con un puesto de asesor del presidente, de próxima creación, reconocía que la sociedad está finiquitada en la práctica y que él estudiará ahora la documentación de su despido con Manuel Baltar. Sin querer confirmar las sospechas del BNG, Cudeiro decidirá su futuro cuando hable con el presidente de la Diputación. A este respecto, respondió a preguntas de la socialista Aurea Soto (la oposición también tenía representación en el consejo) que Urbaourense tendría un administrador único, con sede en el Pazo provincial, y que incluso podría ser él.

El BNG convocó a los medios de comunicación para demandar la 'disolución definitiva' de la entidad, cuya productividad califica de 'nula', apoyándose en que 'dende a súa constitución foi acumulando perda tras perda, xerando un burato económico de máis de 22 millóns de euros', señaló el diputado provincial Xaime Óscar Iglesias, quien añadió que 'tendo en conta un balance de tres anos de perdas, tería que ter pechado hai tempo'.

Para la oposición nacionalista no caben 'soluciones intermedias' porque 'non é factible que a estructura de Urbaourense quede no aire' y dudan de la legalidad de esta medida 'da que non teñen informe xurídico que o avale', apuntó el diputado. De esta manera, y por los efectos que pueda tener en el despido del personal, anunciaron que solicitarán los correspondientes informes preceptivos y la memoria económica.

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