ESTUPEFACIENTES

Utilizaba una moto de reparto de comida para vender bellotas de hachís

El traficante aceptó seis meses de prisión y una multa de 3.499 euros

El marroquí Mohammed L. reconoció ayer en el Juzgado de lo Penal 2 que en el año 2015 utilizaba una moto destinada al reparto de comida a domicilio para "mover" hachís por toda la ciudad. De hecho, en el momento en el que fue detenido, a las 15,30 horas del 25 de junio, llevaba en la maleta del ciclomotor 50 bellotas, con un peso aproximado de medio kilo. En ese momento no salía del trabajo sino de su domicilio, un piso de la avenida de Portugal.

Los agentes de la Policía Nacional habían recibido informaciones que alertaban que este marroquí era unos de los traficantes en ese momento más activos de la ciudad ya que, al desplazarse en moto, iba repartiendo la sustancia en un corto periodo de tiempo.

El Grupo Operativo de Estupefacientes de la Comisaría de As Lagoas continuó la operación con un registro domiciliario. En la casa había una sustancia marrón oculta en dos botellas plásticas de agua. Una vez analizada, se comprobó que se trataba de 1.680 gramos de cannabis.

En total, la sustancia intervenida fue de 2.174 gramos con un valor de 3.499 euros en el mercado negro, siempre y cuando la venta hubiera sido por gramos.

El inculpado reconoció el delito de tráfico de drogas y aceptó seis meses de prisión y una multa de 3.499 euros, con arresto sustitutorio en caso de impago.  En un principio, la fiscal reclamaba dos años de prisión y multa de 6.998 euros, pero hubo un acuerdo con la defensa con la asunción de culpabilidad por parte del investigado.
El hachís y la marihuana son la drogas más vendidas en la ciudad. De hecho, la Comisaría tiene en marcha un plan de vigilancia en los aledaños de los colegios, pues en parques o plazas cercanos a los centros educativos se ha detectado la presencia de trapicheros con pequeñas cantidades de hachís, fundamentalmente.

El pasado año, por ejemplo, la Policía Nacional se incautó de 103 gramos de hachís y 51.965 gramos de marihuana en seis operaciones importantes realizadas por el Grupo de Estupefacientes de Ourense. 

La movilidad convive con la venta en los pisos
 La movilidad de los vendedores es característica del negocio, además de ir en busca de la discreción de domicilios particulares o de algún local de hostelería. Es decir, las salidas de los supuestos distribuidores a la calle para las entregas a demanda convive con un viejo sistema: la venta en pisos o en ciertos locales. La Policía Nacional, según confirma un inspector, tiene localizados en torno a seis puntos negros.

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