El aroma de los productos del otoño llenó todos los rincones de la provincia, en asociaciones de vecinos, grupos de amigos y municipios

De Valdeorras a Ribadavia, un mar de hogueras

Uno de los participantes en el magosto de Asfaval.
La fiesta del magosto -el San Martiño- llenó de hogueras y de olor a castañas y chorizos preparándose al fuego todos los rincones de la provincia, de Este a Oeste.
A las seis de la tarde empezaron los preparativos en Xinzo de Limia con el asado de las castañas y demás productos gastronómicos para la fiesta del magosto. Más de 300 kilos de este manjar fueron repartidos, a partir de las ocho y media de la tarde, en la céntrica Plaza de Oriente. 'Trátase da festa do outono por excelencia, onde nenos e maiores participan indistintamente da celebración', señalaba Daniel Blanco, concejal de Cultura del ayuntamiento. Más de 700 personas disfrutaron de una velada amenizada por la charanga 'Gaiteiros de Laroá'.

Ribadavia ofreció a sus vecinos, en el pabellón A Picuxa, además del tradicional menú de castañas, chorizos y vino nuevo, bica y licor-café.

También fue especial el magosto vivido en el colegio Vila do Arenteiro de Carballiño, donde se reunieron alrededor de 450 personas entre profesores, alumnos y padres de alumnos, que degustaron unos 80 kilos de castañas y 300 chorizos, además de participar en carreras de sacos y otros juegos populares a lo largo de toda la jornada.

En Vilamartín de Valdeorras, los miembros de Asfaval estuvieron acompañados por amigos y vecinos en su sabroso magosto en el área recreativa de O Bañadoiro.

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