La responsable de recursos naturales y residuos de Amigos da Terra, María Durán, explica en Montealegre las consecuencias de dejar plásticos en la naturaleza. Aboga por un cambio en el modelo de reciclaje.
En el alto de Montealegre, en el epicentro de los Magostos, aún cuelgan en los árboles los carteles que los pequeños "Ecovigilantes" de Franciscanas dejaron antes del día de San Martiño. "Coida o teu monte", se lee. Una acción educativa para, precisamente, prevenir un problema educacional que reaparece cada mes de noviembre: el abandono de residuos tras el botellón en el monte. María Durán, responsable del área de recursos naturales y residuos de Amigos da Terra, acompaña a La Región en un paseo por el vertedero postmagosto.
La mano de los voluntarios se nota cuatro días después del salvajismo: "Normalmente, quen ven a limpar o monte non é o causante do problema", recuerda la experta.
Aunque la limpieza de diversos colectivos y particulares luzca en Montealegre, aún asoman bolsas, vidrios y botellas de plástico en varias parcelas. "O problema é todo o que non se ve. Unha botella de plástico tarda entre 100 e 350 anos en descompoñerse, pero se está a intemperie descomponse en microplásticos. Acaban formando parte do ecosistema, van aos cursos de auga e son alimento para os animais. Nese transcurso de tempo, os danos son tremendos", explica Durán.
Los envases más problemáticos coinciden con los más abundantes: las bebidas. "Son os que están preparados para consumir fora dos fogares e son abandonados no medio en grandes celebracións coma o Magosto", apunta la responsable del área de residuos de Amigos da Terra. El último informe de la entidad, realizado con la Universidad Jaume I de Castelló, muestra que en el España, el flujo más importante de abandono es el generado por las latas de bebidas, las botellas de plástico y las de vidrio.
Con el foco en el problema, las soluciones para Amigos da Terra pasan por el modelo de retorno de envases. El éxito del sistema implantado en el magosto popular del Barbaña, con el que la gente recuperaba 0,10 céntimos por unidad , les anima. "Demostrouse que hai que apostar por incentivos que premian a boa conducta. Cando o servizo de limpeza chegou ao Barbaña, a praza estaba limpa. Non había envases".
BASURA POR DINERO
"Moitas veces movémonos por incentivos económicos. Se na parte de abaixo de Montealegre, en lugar de poñer contenedores, se coloca un sistema de retorno onde che paguen polos teus residuos, ninguén os vai a deixar aquí", afirma la experta.
¿Ni siquiera los jóvenes y su pasotismo? "Se che din que por algo que vas abandonar, vanche a pagar, e que con eses cartos podes financiar o botellón..., quizá sexa un xeito de evitar esta contaminación. Sempre apostamos por medidas educativas, aínda que ás veces hai que empregar o principio de que quen contamina, paga".
