El caso de Felipe Alberto Vázquez Rodríguez, de 42 años, otro emprendedor de los muchos que han surgido a raíz de la crisis económica
El caso de Felipe Alberto Vázquez Rodríguez, de 42 años, otro emprendedor de los muchos que han surgido a raíz de la crisis económica, es algo distinto al de Sofía, ya que su proyecto, una tienda puesta en marcha con un socio y especializada en vestuario de escalada y senderismo, situada en las cercanías de la Praza Maior (Entrepicos), ya empieza a estar rodado. "Yo había trabajado con nómina, en algo que en nada estaba relacionado con esto, durante 16 años. Cuando quedé en paro, estaba cubierto durante dos años pero, como uno no quiere estar parado, surgió la idea de montar un negocio sobre algo que dominara y que me gustaba", explica Vázquez Rodríguez.
En este local invirtió "un poco de todo, una parte del paro y otro poco que me prestaron familiares", añade.
Los trámites para montar la empresa se los llevó una gestoría, "aunque no se prolongaron mucho, en 15 días estábamos en marcha". Éste es un proyecto a dos años, de los que está a punto de cumplirse el primero de vida y Felipe Alberto considera que "la cosa no es para tirar cohetes pero sí para cubrir gastos y seguir manteniéndose". Él se muestra confiado en continuar con el proyecto, porque, como no duda en añadir, "trabajar para uno, y en lo que te gusta, vale dinero".
