El proyecto de instalación de una planta de vermicompostaje -emplea lombrices para obtener humus a partir de excrementos de animales y desechos forestales- en la parroquia de San Xoán de Coles ha levantado cierta preocupación vecinal, hasta el punto de que 24 personas han presentado en el Concello una alegación conjunta al proyecto para que la institución municipal no le conceda licencia.
El plazo de alegaciones finalizó el viernes, por lo que, según explica el alcalde, Manuel Rodríguez, el Concello tiene todavía que estudiarlas y está pendiente también de recibir el informe de Medio Ambiente sobre este proyecto. Además, el regidor asegura que 'posiblemente contrataremos a unha empresa especializada para que nos faga unha avaliación do impacto real que pode ter esa planta na poboación'. Los promotores de este proyecto ya se lo han explicado a los vecinos en una reciente reunión e incluso les han ofrecido la posibilidad de visitar instalaciones de este tipo ya en funcionamiento para que comprueben si tienen repercusión en el entorno.
De hecho, parte de las alegaciones presentadas se basan en 'el pestilente olor del estiércol acumulado, que hará insufrible la convivencia en el entorno cercano', así como 'la proliferación de insectos'. Argumentan, asimismo, que puede haber filtraciones en el subsuelo de residuos tóxicos y alegan que existen viviendas muy cerca del lugar en el que se proyecta esta planta, a un radio de 300 metros.
Además, los vecinos basan sus alegaciones también en cuestiones de índole urbanística, al considerar que el uso no se adapta a la clasificación del suelo -rústico-, en el que se ubica la parcela, que en su día estuvo ocupada por una granja. Los alegantes consideran que en el propio municipio existen 'muchos lugares alternativos para la ubicación de esta actividad'.
Así las cosas, el Concello de Coles tendrá ahora que analizar el proyecto y las alegaciones presentadas, además de esperar por el informe vinculante de Medio Ambiente y por el de la empresa especializada que pretende contratar antes de decidir si finalmente concede la licencia para esta planta de compostaje.
De hecho, parte de las alegaciones presentadas se basan en 'el pestilente olor del estiércol acumulado, que hará insufrible la convivencia en el entorno cercano', así como 'la proliferación de insectos'. Argumentan, asimismo, que puede haber filtraciones en el subsuelo de residuos tóxicos y alegan que existen viviendas muy cerca del lugar en el que se proyecta esta planta, a un radio de 300 metros.
Además, los vecinos basan sus alegaciones también en cuestiones de índole urbanística, al considerar que el uso no se adapta a la clasificación del suelo -rústico-, en el que se ubica la parcela, que en su día estuvo ocupada por una granja. Los alegantes consideran que en el propio municipio existen 'muchos lugares alternativos para la ubicación de esta actividad'.
Así las cosas, el Concello de Coles tendrá ahora que analizar el proyecto y las alegaciones presentadas, además de esperar por el informe vinculante de Medio Ambiente y por el de la empresa especializada que pretende contratar antes de decidir si finalmente concede la licencia para esta planta de compostaje.
