Fuentes eclesiásticas aseguran que ya se han tramitado todos los permisos que requiere la explotación

Vecinos de Sandiás se quejan de los malos olores que desprende una granja del Obispado

La granja de cerdos está ubicada en Couso de Limia, en el municipio de Sandiás.
Vecinos de un pueblo de Sandiás se quejan de los malos olores causados por una granja, propiedad del Obispado, y pedirán a Medio Ambiente que le deniegue el permiso. El Obispado dice que realizó todos los trámites.

Alrededor de medio centenar de vecinos de Couso de Limia, en Sandiás, han aportado sus firmas para solicitar a la Consellería de Medio Ambiente que deniegue la autorización ambiental solicitada por la Diócesis de Ourense en relación a una granja de cerdos ubicada en dicha localidad.
Las firmas serán presentadas esta mañana en la Delegación provincial de la Consellería, junto al correspondiente escrito de alegaciones.

Aunque ya habían cursado sin éxito un escrito similar al Concello en 2001, cuando se produjo la ampliación de la explotación hasta los 4.110 cerdos de ceba, la actuación de los vecinos firmantes se inicia después de ver un anuncio de la Dirección Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental por el que se somete a información pública esta autorización.

Además de mostrar su sorpresa porque la granja ’leva, cando menos, dous anos funcionando’, los vecinos firmantes se quejan de que ’o cheiro, principalmente nas estacións de primavera e verán, é insoportable. Non se poden abrir as ventás das casas para airealas e refrescalas pola noite, xa que entra o cheiro dentro e non se pode estar nelas, xerando isto un malestar común e unha perda de calidade ambiental’.

Del mismo modo, el escrito hace constar la proximidad de la granja a una fuente y resalta que ’a maioría do pobo utiliza esa auga para beber e a mesma pódese ver contaminada polos efluentes da explotación, consi derando polo tanto que no hipotético caso de que se autorice a mesma deberán tomarse as medidas oportunas para que non se contamine esa auga’. Asimismo, se quejan de que los purines de la explotación ’nunca se tapan, como sería o correcto, quedan depositados (en fincas que también son propiedad de la Diócesis ourensana) e soltando olores insoportables durante varios días’.

La explotación está ubicada en las inmediaciones de la localidad, a nivel superior, lo que, a juicio de los vecinos que pre sentan las alegaciones, favorece la expansión del mal olor. De no prosperar su solicitud ante Medio Ambiente, estos vecinos no descartan iniciar acciones legales para conseguirlo.

El Obispado

Por su parte, el Obispado prefiere no hacer declaraciones en lo que respecta a las actuaciones emprendidas por estos vecinos, si bien explica que ha realizado todos los trámites necesarios y solicitados todos los permisos en lo que respecta a la granja.

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