En general, los vecinos agradecen al Concello la medida. "Desde entonces el tráfico por nuestras calles es mucho más calmado"
La medida que todos los colectivos de afectados por los atropellos ponen sobre la mesa para su implantación es la denominada "zona 30".
En el núcleo de Seixalbo, se hizo efectiva en el año 2010, aprobada por la junta de gobierno local del PSOE, convirtiéndose en la primera y única zona de Ourense en la que el peatón tiene prioridad sobre el tráfico rodado, una vieja demanda del colectivo vecinal. Desde entonces, "los paseantes recorremos las calles más tranquilos", apunta el vecino Manuel Rodríguez.
La puesta a punto de esta medida trajo consigo la nueva señalización, tanto horizontal como vertical, y la instalación de pasos a nivel, "que te obligan a ir más despacio y reducir la velocidad cada pocos metros", añade Rodríguez.
En general, los vecinos agradecen al Concello la medida. "Desde entonces el tráfico por nuestras calles es mucho más calmado", dice Cristina Lorenzo. Con todo, reconocen que muchos encuentros entre vehículos y peatones se podrían evitar concienciando a la población, tanto a los más jóvenes como a los más mayores, "que por hábitos adquiridos no cruzan por donde tienen que hacerlo, apostilla Lorenzo.
Todos coinciden en que la "zona 30" debería ser implementada en todo el casco urbano de Ourense "porque hay calles donde los coches van muy por encima de la velocidad permitida", explica José Ramón Bouzán.
Puestos a ser exigentes, todavía quedan aspectos que limar. La OU-105 divide Seixalbo a la mitad "y a veces cruzar resulta complicado y muy peligroso", opina Toña Canaria. La velocidad máxima permitida en esta vía es de 50 kilómetros por hora, "pero muy pocos conductores la respetan", explica. Además, "somos muchos los usuarios del autobús urbano y para cogerlo hay que cruzar la carretera, en la que faltan pasos de peatones y más señales", concluye María Dolores.
