La Guardia Civil investiga seis cartas que recibieron otros tantos vecinos de Verín exigiéndoles el pago de dinero. Las misivas fueron enviadas por un anónimo a mediados del pasado mes de noviembre a través de Correos desde la misma villa y el remitente no concreta la cantidad a entregar, forma de hacerlo, fecha o lugar.
El remitente invita a los destinatarios a esperar una segunda carta, en la que se les 'especificarán todos los detalles para entregar el dinero, así como la suma', explicaron fuentes de la investigación.
Los anónimos, que fueron escritos en un ordenador, alarmaron a los afectados (tres transportistas, un comerciante y dos trabajadores por cuenta ajena), que nada más recibirlos presentaron denuncia en el cuartel de la villa. Los agentes se hicieron cargo de las cartas que en la actualidad están siendo analizadas en el laboratorio del instituto armado con el objetivo de encontrar alguna pista que permita identificar al remitente. De la investigación se encargó la Policía Judicial de la Guardia Civil, que inicialmente sospecha que puede tratarse de una 'chiquillada', obra posiblemente de la misma persona que el pasado mes de octubre alertó desde un cabina telefónica, situada en la calle Laureano Peláez, de la colocación de una bomba en la villa. El autor de la llamada aún no fue identificado.
Los agentes están en permanente contacto con los afectados por si estos reciben la segunda carta anónima.
Los anónimos, que fueron escritos en un ordenador, alarmaron a los afectados (tres transportistas, un comerciante y dos trabajadores por cuenta ajena), que nada más recibirlos presentaron denuncia en el cuartel de la villa. Los agentes se hicieron cargo de las cartas que en la actualidad están siendo analizadas en el laboratorio del instituto armado con el objetivo de encontrar alguna pista que permita identificar al remitente. De la investigación se encargó la Policía Judicial de la Guardia Civil, que inicialmente sospecha que puede tratarse de una 'chiquillada', obra posiblemente de la misma persona que el pasado mes de octubre alertó desde un cabina telefónica, situada en la calle Laureano Peláez, de la colocación de una bomba en la villa. El autor de la llamada aún no fue identificado.
Los agentes están en permanente contacto con los afectados por si estos reciben la segunda carta anónima.