El pleno del consejo regulador Ribeira Sacra acordó que la vendimia en el territorio amparado por la denominación de origen arrancará oficialmente el próximo 26 de septiembre, y la previsión inicial del órgano rector es recoger unos cinco millones de kilos de uvas.
El presidente del consejo regulador Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, confirmó que algunas bodegas iniciarán ya este fin de semana la vendimia, pero en parcelas muy concretas de la denominación de origen, donde por la situación geográfica del terreno el fruto madura un poco antes que en el resto del territorio controlado por el órgano rector.
Con independencia de esa recolección puntual en viñas señaladas, en las subzonas de Amandi o Quiroga-Vivei, la mayoría de las bodegas inscritas en el registro oficial de la denominación de origen, en torno a un centenar, esperarán hasta el día fijado para iniciar oficialmente la vendimia.
Con respecto al estado de la cosecha, Rodríguez confirmó que el fruto presenta 'unas condiciones sanitarias muy buenas' y muestra una 'acidez mucho más equilibrada que otros años', gracias al buen tiempo que hizo durante el mes de agosto para la correcta maduración de las uvas.
Según Rodríguez, los días cálidos, que no superan los treinta grados, y las noches más o menos frescas, sin temperaturas extremas, ayudan a que la maduración del fruto evolucione correctamente y a fijar los parámetros de acidez.
En cuanto a la calidad, la cosecha será buena, pero en cuanto a la cantidad, será sensiblemente inferior a la del año pasado, cuando se recogieron en la denominación de origen unos siete millones de kilos de uva.
Con independencia de esa recolección puntual en viñas señaladas, en las subzonas de Amandi o Quiroga-Vivei, la mayoría de las bodegas inscritas en el registro oficial de la denominación de origen, en torno a un centenar, esperarán hasta el día fijado para iniciar oficialmente la vendimia.
Con respecto al estado de la cosecha, Rodríguez confirmó que el fruto presenta 'unas condiciones sanitarias muy buenas' y muestra una 'acidez mucho más equilibrada que otros años', gracias al buen tiempo que hizo durante el mes de agosto para la correcta maduración de las uvas.
Según Rodríguez, los días cálidos, que no superan los treinta grados, y las noches más o menos frescas, sin temperaturas extremas, ayudan a que la maduración del fruto evolucione correctamente y a fijar los parámetros de acidez.
En cuanto a la calidad, la cosecha será buena, pero en cuanto a la cantidad, será sensiblemente inferior a la del año pasado, cuando se recogieron en la denominación de origen unos siete millones de kilos de uva.
