Venezuela celebra en Ourense a su patrona

photo_camera Esta comunidad se ha disparado en solo cinco años, liderando la afluencia foránea, y sus costumbres se asientan

Más de un centenar de venezolanos honraron a la patrona de su país, la Virgen de Coromoto, con una misa en la Catedral. Esta comunidad se ha disparado en cinco años, liderando la afluencia foránea a Ourense, y sus costumbres se asientan

De las comunidades asentadas en la provincia, la venezolana es la más importante en número porque no ha parado de incrementarseen los últimos años. Es por eso que cada vez llegan más costumbres del país vinotinto y la misa de ayer en la Catedral, en honor a la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, es un ejemplo más de una integración entre dos culturas eternamente ligadas por los viajes migratorios. Primero, miles de ourensanos abandonaron su hogar para hacer las Américas y, ahora, ante la convulsa situación que se vive en algunos países latinoamericanos -especialmente en Venezuela-, son los nativos de aquellos lares quienes buscan en la provincia un lugar donde ganarse la vida.

Aura llegó hace seis años a la provincia y, para ella, que se celebre un rito como este, tan importante en su comunidad, es “muy especial. Es traer un poquito más de Venezuela a Ourense”. Además, tiene unos grandes recuerdos de esta especial eucaristía en su país: “Es una celebración muy alegre. Hay muchos cantos y la palabra del párroco llega siempre muy adentro”. Sobre la situación de su comunidad, asegura que “es casi como estar en casa. Aquí ves a muchísima gente que ha llegado de Venezuela. Yo llegué hace seis años y la acogida fue muy buena”. “Estoy en grupos de Facebook y de WhatsApp de la comunidad y son muy activos, siempre estamos preparando cosas y ayudando y animando a nuestros compatriotas a venir aquí”.

Patricia también aprovechó ayer para asistir a la misa de la Virgen de Coromoto. “Es una forma de mantener una conexión con nuestras raíces”, relata. Llegó en 2021 y solo tiene palabras de agradecimiento para aquellos que la han acogido. Explica que “he recibido mucha ayuda para sacar adelante a mi hijo, que tiene una discapacidad; y tanto la gente de Venezuela como los gallegos me recibieron con los brazos abiertos”.

Rubén llegó a Ourense hace apenas dos meses, aunque no de América Latina, sino de Madrid. Para él esta misa es “doblemente importante”, ya que es originario del estado de Portuguesa. Decidió poner fin a su aventura en Madrid por acercarse a su familia, que ya residía en Ourense y su acogida también ha sido “excelente”. “No he sentido absolutamente nada de discriminación ni nada que se le parezca”, afirma. Aunque anima a los venezolanos a venir, es cauto, ya que “no es fácil salir adelante si no tienes a nadie que te reciba al otro lado”.

Sobre los problemas más habituales que tienen los vinotinto en la provincia, los tres coinciden en que la homologación de títulos y la consecución de papeles son los trámites más farragosos. Pero ese no es más que el primer paso, ya que después hay decenas de problemas para acceder al mercado laboral o lograr reunir las condiciones para acceder a un alquiler de una vivienda.

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, acompañado de algunos sacerdotes llegados desde Venezuela y que ejercen en diferentes concellos de la provincia, fue el encargado de oficiar una misa en la que la música estuvo muy presente. Algunos se emocionaron al entonar el himno de la Virgen del Coromoto y no fueron capaces de contener las lágrimas en el momento de alabar a la patrona de su país.

La población vinotinto no deja de crecer: ya son más de 7.500 en la provincia

Si la provincia está logrando recientemente frenar el invierno demográfico en el que se encuentra desde hace décadas es por la llegada masiva, entre otros, de venezolanos en los últimos años. Según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2002 eran 2.965 las personas nacidas en Venezuela que residían en Ourense. En 2017 eran poco más de 4.500 y ahora en 2022 la cifra se sitúa ya en más de 7.500, con un crecimiento imparable que vuelve a batir otro récord. Esta cifra incluye a personas nacidas en el país vinotinto que tienen nacionalidad española al ser descendientes de emigrantes, pero no así a los emigrantes retornados (aquellos que se marcharon en su día a Venezuela a trabajar en el siglo XX y acabaron regresando), por lo que la cifra de personas vinculadas a aquel país se estima superior a las 10.000. 

Y las cifras de españoles residentes allí ha experimentado el movimiento contrario, si bien no de forma tan acusada. En el 2017 eran casi 12.500 los ourensanos que permanecían emigrados en el país latino, una población que ha decrecido más de un 20% hasta el 2022, quedándose ahora en 9.761.

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