Como cabía esperar, la venta de viviendas también se ha visto afectada por los momentos más duros del coronavirus. Según los datos que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística, en la provincia se transmitieron en abril 83 viviendas, una cifra inferior al primer mes del covid-19, que fue marzo, que registró 121 operaciones.
A su vez, también fue una cantidad menor a las 171 viviendas vendidas en febrero, vísperas de la declaración de la pandemia. De todas formas, no fue el peor mes de la serie histórica ya que el INE certifica la venta de tan solo 72 viviendas en noviembre del 2015 o 74 en julio del 2014 o la misma cantidad en diciembre del 2013.
La paralización de las actividades económicas, incluso el cierre administrativo para la concesión de préstamos o la formalización de escrituras durante abril se ve reflejado en este dato. De hecho, en el sector atribuyen a estos problemas el desplome de ventas más que a un desinterés del mercado.
Las cifras de abril reiteran el mayor interés por la vivienda usada ya que de las 83 que se vendieron, 62 son de segunda mano y 21 nuevas. También la vivienda libre es la más vendida ya que solo se transmitieron tres.
