Turismo

El verano covid desplomó en un 40% el número de turistas

Estampa de As Burgas, sin turistas en las últimas semanas  (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Estampa de As Burgas, sin turistas en las últimas semanas (MARTIÑO PINAL).
Más de 100 empleos perdidos y 20 hoteles menos tras el peor periodo estival en Ourense desde el 2002

Las duras restricciones impuestas por el covid y el temor posconfinamiento no consiguieron evitar que la provincia de Ourense viviese su peor verano en términos turísticos. Pese al respiro estival,  cuando se suavizó la afección de la pandemia y las medidas anticovid, el turismo provincial a registrar el peor verano (contando los meses de julio, agosto y septiembre, ya que junio fue inexistente) en viajeros alojados desde el año 2002. 

Así lo refleja el análisis de los datos actualizados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta de Ocupación Hotelera incluyendo ya las cifras totales del mes de septiembre. 

Ourense alojó en sus establecimientos hoteleros a un total de 71.243 viajeros, la cifra más baja desde el año 2002, cuando la provincia todavía no había vivido ese repunte turístico, y los visitantes no habían pasado de 65.000 personas en todo el periodo estival. 

Comparación veraniega

La comparación con el verano de 2019 –año en el que se pulverizaron todos los récords históricos en la provincia– pone más de relieve la crisis actual. Ya que esto supone un bajón del 40% respecto al verano pasado, cuando la cifra de viajeros alojados en esos tres meses de mayor volumen de visitantes se quedó en 116.304 personas. 

Uno de los principales causantes del bajón es la ausencia de visitantes foráneos, ya que, como ejemplo, este pasado mes de septiembre  llegaron 1.529, frente a los 5.141 que  lo habían hecho en el mismo mes del año pasado.

El mes de septiembre se cerró con 21.319 viajeros alojados en los hoteles de la provincia, una cifra significativamente inferior a las casi 36.000 del mismo mes de 2019. Ha sido el peor septiembre desde el del año 2002. Este mes, en el que la curva de contagios de covid empezó a empinarse, registró menos visitas que en agosto (30.892), pero más que en julio (19.032). 

El año 2020 pasará a la historia como uno de los más negros para el turismo español y también para el gallego y el ourensano. Pese a los negativos datos, la caída registrada en la provincia no es tan alta en el acumulado del año como la registrada a nivel nacional, recopilando los datos publicados mes a mes por el INE. 

La herida del empleo

Ourense es la séptima provincia en la que menos profunda ha sido la herida causada por el turismo, quizás por no tener una dependencia tan alta del visitante extranjero. En los primeros nueve meses del año, se han desplomado un 54% los visitantes, frente al 62,5% de contracción de la media nacional. Ourense es también la provincia gallega donde menos han caído estas visitas en el acumulado del año, otros de los puntos que arroja, al menos, un pequeño halo de esperanza. 

Los datos del INE permite también conocer la factura sobre el empleo. Son 104 personas menos las que trabajan en los etablecimientos hoteleros (644), frente a las que estaban empleados en septiembre de 2019 (748). Además, hay 20 establecimientos menos (154) también en ese mismo periodo. 

Galicia, mejor que España, pero en caída

Galicia registró un total de 414.237 pernoctaciones hoteleras en septiembre, lo que supone un hundimiento del 60% respecto a las más de un millón que hubo en el mismo mes de 2019. 
La crisis del coronavirus ha dado lugar al peor septiembre en Galicia desde que hay registros. Además, estas pernoctaciones en establecimientos hoteleros gallegos son menos de la mitad de las 924.618 de agosto. Con todo, la caída interanual del 60% en Galicia es inferior al desplome medio del 78,4% que se produce en el Estado. 

Por su parte, en septiembre hubo 209.612 viajeros, lo que se traduce también en un retroceso del 60% en la comparativa interanual. Respecto a agosto, supone poco más de la mitad de los más de 400.000 que llegaron a Galicia. Igualmente, son las peores cifras en los últimos 20 años.

La estancia media se sitúa en 1,98 días, similar a la del año anterior. Mientras, el grado de ocupación por plaza cae hasta el 23,4%, lejos del 50% de hace un año. Por su parte, descienden los establecimientos abiertos y se quedan 1.391 –eran 1.638 en septiembre de 2019. 

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