Un verano negro deja 5 muertos el último mes en las carreteras de Ourense

El siniestro mortal de Xunqueira de Espadanedo.
photo_camera El siniestro mortal de Xunqueira de Espadanedo.
La motorista fallecida de ayer en Laza eleva a 15 las víctimas mortales en ocho meses en las carreteras ourensanas, dos más que en todo el año 2022

En menos de 24 horas, dos muertos en las carreteras de la provincia. En menos de un mes, cinco. Los accidentes de tráfico se cobraron ayer la vida de Rocío Guerra Requejo (39 años), vecina de Trez (Laza), en donde vivía con sus dos hijas menores. Conducía por la OU-112 cuando sufrió una salida de vía y una grave caída de moto a las 12.53 horas, y pereció en el acto. Trabajaba en la carnicería Tilde de la capitalidad del municipio, en donde era muy apreciada. La Guardia Civil tuvo que solicitar la presencia de psicólogos especializados en atenciones en situaciones de grave emergencia para prestar ayuda profesional a los familiares, según Emerxencias de Galicia.

No habían transcurrido ni 24 horas del anterior siniestro mortal en Ramirás: un joven venezolano de 28 años, Jonathan Yáñez Ramos, que pasaba las vacaciones en la casa familiar, perdió el control del coche cuando regresaba a casa, minutos antes de las siete de la mañana, tras una noche con los amigos. Algo similar a los que le ocurrió a Rubén Cereijo, un vecino de Manzaneda que el día de su muerte, en la madrugada del sábado 19 de agosto, cumplía 33 años.

Automovilistas jóvenes se vieron implicados en el 80% de los accidentes que han ocurrido este verano, en las llamadas horas brujas: resultan especialmente “trágicas” las comprendidas entre las 6 y las 9 de la mañana.  Desplazamientos cortos, fiesta y coche, en el mismo paquete.

Los otros dos accidentes mortales del verano ocurrieron en la AG-53 (Piñor), pasadas las once de la noche, cuando la conductora, vecina de Entrimo y con 58 años, se empotró contra un camión, y en la OU-536, en Xunqueira de Espadanedo. En este último caso, un conductor  de 22 años que dio positivo en alcohol invadió el carril de una mujer que se dirigía a su trabajo, una farmacia de Castro Caldelas, a las ocho de la mañana. Ella, Mercedes González (61 años), fue la víctima de la imprudencia de otro.

En el caso de la AG-53, la Dirección General de Tráfico no lo incluirá en la estadística de muertos en accidentes porque la investigación se cerró como suicidio. “No fue un accidente, la víctima conducía en sentido contrario y buscó ese resultado, tal como confirmaron los testigos”, aseguran fuentes de Tráfico.

Desde el 27 de julio, cinco personas perdieron la vida en distintas vías de la provincia. Uno de los peores meses que se recuerdan. “En verano siempre aumenta el riesgo porque a mayor circulación mayor riesgo de siniestralidad. Hemos notado en los últimos años es que en los viajes de media y larga distancia han cambiado los hábitos de los conductores para mejor, pero lo que más nos preocupa son los trayectos cortos, conocidos, al pueblo, a las fiestas … nos relajamos”, admite David Llorente, responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico en Ourense.

 Pero el punto de partida ya era malo. Entre enero y agosto, 15 fallecidos (14 si se excluye el percance en la AG-53).  Pero partiendo de uno u otro balance, lo cierto es que a estas alturas de 2023 ya se rebasan las víctimas de todo 2022, que se cerró con 13 accidentes mortales. Seis de ellas, precisamente perecieron en los meses de verano, entre el 22 de junio y el 19 de septiembre.

Conducción más "agresiva"

Desde la Guardia Civil, aprecian no solo un incremento de los desplazamientos después de la pandemia sino también una conducción “más agresiva y nerviosa”. Pero también más distracciones en trayectos conocidos y siniestros, sobre todo salidas de vía en horas nocturnas, donde hay presencia de sueño, alcohol y drogas. Incluso “se presta menos atención al mantenimiento de su vehículo”. 

 El accidente con mayor número de víctimas en lo que va de año ocurrió en Vilamartín de Valdeorras el 25 de mayo a las 6.55 horas cuando un camionero de 51 años que  invadió el carril contrario y chocó contra un turismo en el que iba una ruesa de 42 años que se dirigía a la fábrica en la que trabajaba en esa villa. Otro coche se vio afectado por alcance, con tres heridos. Según pudo determinar la Guardia Civil, la causa fue el cansancio o sueño del conductor que trabajaba para una empresa cárnica de Melide.

Asimismo, hubo dos atropellos mortales: uno por conducción negligente, cuando un furgón daba marcha atrás en Toén y otro por irrumpir el peatón en la calzada, concretamente, en la autovía Rías Baixas a su paso por Taboadela. 

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